28.12.10

* Mi parque y tú *

Vengo a éste, mi lugar especial, donde nadie alza la voz.
Hoy tengo tiempo y ¡te extraño tanto!.
Quiero hablarte de frente, mirándome en las niñas de tus ojos, aunque tú me faltes.
Podría describirte un paisaje de colores otoñales, sé de ellos y situar allí un banco cualquiera,  para sentarme a tu lado y escucharte.
Contar juntos las hojas que quedan, aún por caer, del último árbol que alcanza nuestra vista.
Respirar el aire limpio que se pasea despacio por el jardín, ése que me invento, con colores que me gustan, a tu lado.
Dejar el reloj parado, mientras te contemplo embelesada, hablándome de tus cosas, las que tanto te preocupan, mientras tomo tus manos en las mías.
Tus manos suaves son lo que me queda de tí, en mi memoria.
Cálidas como tu corazón, perfumadas de tí mismo, con aroma de lavanda y la historia de tu vida  impresa en ellas.
Lo que callaste por principios, que adiviné quiza, justo detrás de tus ojos, deseoso por salir, algún día.
Puedo darle cualquier color a este sueño en el que llegué, a contarte, por si estabas.
Escuchar un piano  dulce, saltando de nota en nota, mientras cita a una guitarra a que responda, si lo quiere acompañar.
Añadir una voz  subyugante de una melodía que conoces, llamándote en un susurro.
Quiero que todo junto, lo que te cuento, lo que me invento, imagines conmigo.
Mi otoño dorado , envuelta en el aire frío que te conté, con tus manos en las mías.
La melodía que nos acompaña, mientras paseamos juntos por el parque, mi precioso parque, en el que siempre me encontrarás, cuando me busques.

21.12.10

* Gotas de lluvia *


El cielo de esta mañana es blanco casi gris, sin el azul que acostumbraba a regalarme cada mañana.
Todas las lagrimas del cielo se estrellan violentas, contra la tierra que las recibe, casi sin fuerzas.
Repiquetean en tejados y alerones, buscando un sitio donde reposar, en el suelo brillante, por donde nadie pasa ahora mismo.
No escucho a mis pajarillos piar y me preocupa que sus trinos no estén llegando a mis oídos, como cada amanecer.
Los necesito alegres y volanderos, cerca de mi ventana.
Son la única compañía de mi alma en este instante que manejo, porque me recuerdan a tí.
Tú, que eras como el arpegio templado de una guitarra en mi corazón, cuando te pensaba, tampoco estás.
Hace mucho de eso, de tu silencio elegido, de tu huída voluntaria.
He de conformarme con la vida y con mi lluvia, sin que estés, sin tus sonrisas.
He de guarecerme detrás de mi ventana y sin tus besos suaves como la brisa.
Sentir el frío de la lluvia y olvidar la suavidad de tus manos en las mías.
Y aceptar que la vida es como viene, que unos días los gorriones no cantan, porque llueve.
Que prefieren,como yo, el sol para volar alegres de rama en rama.
Habrá días claros y azules, pero ya no serán como aquel contigo que, con gran celo, guardo en mi memoria.
Vendrán días grises, como el de hoy y te harás presente, de nuevo, junto a la lluvia, en mis recuerdos y con tu ausencia.
Nunca sabré cómo pudo haber sido un día de lluvia, agarrada a tu brazo, mientras me miras y caminamos abrazados, sorteando los charcos, por cualquier calle.
Prendo dos velas lilas, por si no encuentras el camino, con mis violetas, que plantaste en tu jardín, porque quisiste.
Sigo esperándote, tú ya lo sabes.

17.12.10

* Cati *



Cuando una amiga nos deja, sin despedirse, nos quedamos vacíos de ella, huérfanos para siempre, con las manos vacías.
El golpe de la noticia es seco y contundente y nos inunda una tristeza, con regusto a amargura.
Las preguntas se agolpan, nadie las responde, ya no está la amiga.
Se tuvo que ir, quería descansar sin preguntas ni dolores, en el edén que la esperaba con los brazos abiertos.
Una amiga de corazón, cuando muere, no se extingue, sólo se vuelve estrella y brilla para siempre en la noche de nuestra memoria.
Permanecen sus palabras, sus risas, sus silencios, sus esperas, sus miedos, su dolor, su esperanza, sus creencias y su ejemplo de vida.
Faltan sus abrazos, su voz, su coche parado, mirando al mar sin palabra alguna, solos ella y la inmensidad del océano.
Quedamos quienes la quisimos, como persona y amiga.
El mar y yo, el cielo y yo, no seremos ya los mismos, nunca.
Te fuiste, Cati, de puntillas, como un ángel, porque era tu hora, lo sé.
Te buscaré como siempre, en el cielo de mis días, donde una estrella tiene ya tu nombre propio.
Me acomodaré a tu lado, colgada del cielo y te seguiré contando, como siempre hicimos juntas, mis cosas.
Hay cosas que no entiendo de la vida y de la muerte y una de ellas es que nos dejaras tan pronto.

Donde quiera que estés amiga mía, cuida de mí y no te alejes nunca.
Un beso, Cati.

13.12.10

* Te echo de menos *

Te pienso ahora, en mi mañana silente.
Allá donde estés, mi pensamiento te busca, sin saber si quiera, el contorno cansado de tus labios.
Mis noches son tristes sin tu presencia, aún con un fuego cálido, que me es ajeno, sin tus palabras junto a mi oído.
Por tí, las noches brillarían con un sol que despacha a la luna altiva, reflejada en un mar sereno.
No hay brumas de melancolía en mis dudas, cuando te cuelas en mi mente, sin previo aviso.
Estás en el altar de mi memoria, callado, lejano y sin rostro, no me hace falta.
Te supe siempre, sin hallarte en el camino angosto de la vida, pues tu camino no llega al mío.
Mi pañuelo sigue siendo de seda, donde guardo con celo los besos que te debo, aún por nacer en la orilla de tus labios.
Te pienso, cuando te espero, porque no quiero olvidarte, sin tenerte.
Sin hallarte sigo, con mis sueños de papel de mil colores, en la vida de mis versos.

Sin saber siquiera, si pudiste quererme y si me buscabas.

* Tengo ganas *


Tengo ganas de mirarme
en tus ojos azul cielo,
si me buscas, si te dejas.
Tengo ansia, todas ellas,
de colgarme de tus labios,
como niña de colegio,
sin mis trenzas y tus ganas.
Quiero conquistar tus fronteras
una a una, por entero,
anidar en las ramas de tu bosque,
ser tu pajarito volandero.
Planeo besar tus certezas,
con mi sonrisa acariciarlas,
cuando te pienso en mis sueños,
cobijado en mi suave pecho.
Puedo ser la orilla de tu río
si te prestas a mis reclamos,
con tus quiero, con mis síes.

Tengo ganas y te extraño.