16.5.11

* Perfume de cielo *

El viento cuando retumba en el aire, trae mal de amores, de corazones dolientes.
Trata revoltoso e insistente de hacer cosquillas en los labios, para arrancarle mil  sonrisas, despacito.
Los amores que lloran acaban curándose, contemplando y regalando flores de pétalos rosas y blancas, esas que saben acariciar el alma, con ternura infinita .
Sanan con besos nuevos y dulces, con mil abrazos en el salón de la casa o a la orilla de la playa, juntos de la mano.
Curan y olvidan todo, vuelven a amar, con mucha paciencia y tiempo de colores.

¿Sabes de qué color tienen la voz las rosas?
Tiene un tono suave, quedo y arrebola la tristeza, trasladándola a la cima de las nubes.
Suena a cielo y te llena por dentro, como cuando el mar decide morir en la playa y se duerme plácido ante el sol que lo contempla.
Así es el color, el que yo distingo y prefiero, cuando paseo por un mar que no conozco todavía.
Sé que existe, con cientos de flores de mil matices, tantas como besos nuevos.
Es un tono, a veces del blanco de la espuma, haciendo caracolas sobre la arena de la playa, que lo abraza.
Y semejante, otras tantas  al azul aturquesado y transparente, parecido a unos ojos que quisiera encontrarme, mirando de reojo al sol, cuando amanece.
Ese azul, que casi es insostenible en mis pulilas, sabe colarse en el fondo de mi alma y que me permite volar a los suyos e invadirlos.
Es un  azul distinto, que no se inventó todavia, porque sólo está en lo alto del cielo, esperando ser conquistado, cualquier mañana temprana, del verano que despierta.

No existe aún, porque es el tuyo.

4 comentarios:

  1. Me gustaria que conocieses ese azul que describes en tus relatos....existe ines

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  2. Hola, Inés:ese azul del cielo soñado. Muy bonitas tus lineas. Te alegro que te gustara il mío blog. En aplicación de la ley de la fraternidad universal me hago yo también ya mismo seguidor de tu blog, soy josemp1961. Un abrazo
    Saludos blogueros

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  3. Yo no me imagino un color para la voz de las rosas pero, si tuviera que buscarlo o imaginarlo, sería uno pastel, suave, casi etéreo, que cambiaría con el día y la noche o dependiendo de las palabras que pronunciara.

    Besos

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  4. Creo que una vez más, he libado más de la cuenta. Buscaré las caricias que me agasaja la fría barra del bar, para echar el cierre a mis persianas, al menos un instante. ¡ Entre las voces de las rosas, los amores parlantes, el color de los calores y tanta agua de mar caracoleando en la arena ! lógico es que me aturda. Si bien, pensándolo mejor, quizás, lo que me desequilibre un tanto, sea la acumulación de godello fresquito escanciado, que baja a velocidad inversa a la que desarrolla, cuando se me sube a la azotea.

    Digerida, en mi siesta tabernaria, tu lectura, desperté como espinado los brazos y la cara, luego de cabalgar a lomos de Moby Dick con Calamardo y Bob Esponja. ¡ Qué gozada !.

    ¡ Mira si lo pasamos bien en el sueño, que incluso salpicó la barra un buchito de agua !. Creo que salada. Digo creo, porque Antonio le pasó la bayeta disimuladamente, mientras me refrescaba la copa, con más zumo de uva del pizarroso valle del Sil.

    A todo esto, juraría que no nos habló ninguna rosa. Bah! es que, ahora que me doy cuenta, estábamos debajo del agua, buceando entre espumas, algas y sardinas y no podíamos oír nada.

    De tus dedos salen pompas de ilusiones, que no de jabón, Inés. Después, cada uno, las hinchamos a nuestro saber y entender.

    Saludos transparentemente esféricos.



    Jason Isbell and the 400 unit puso la música en este viaje, con Daisy Mae - Here we rest

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