22.8.11

* Cansada *



Estoy algo cansada, el verano es lento e implacable con quienes adoramos la suavidad de la brisa del mar y  lo tenemos lejos, como para perdernos en su inmensidad a menudo.
Las mañanas son pesadas con el calor que reina en el trono del verano.
Alejan  demasiado pronto la brisa de mi ventana y me traen el sol en todo su esplendor, azuzando mi piel  y mi añoranza.
Miro con pocas ganas el mercurio que sube sigiloso en el termómetro de mi terraza, con la esperanza de que hoy baje algún grado, pero el ambiente se niega a mi ruego silencioso.
Me gusta el verano, sí, pero con treguas que me permitan hacer más cosas, porque no puedo rendir como me quisiera.
El calor me quema, me sitia y me disgusta.
Prefiero el fin de éste, el vaivén de los árboles dorando sus hojas caducas, los niños con sus carteras nuevas y mi cuerpo ágil.
Me entristece un poco no poder perderme ahora en un pueblo aislado y sentir que el tiempo allí se estancó de repente.
Me apetece tener una noche distinta, cubierta con una sábana perfumada y ese fresco intenso entrando por la ventana, con los  suaves sonidos de la naturaleza , mientras escucho muy atenta lo que propone a mi alma.
Adoro buscar y encontrar la luna en el campo, mucho más grande y bella que desde mi terraza, mirador de pocas emociones.
Sueño con paseos relajados después de cenar,  por los alrededores de esa casa que no existe todavía.
El calor no me da tregua y estoy cansada de su insistencia en mis días presentes.
Me cuesta escribir sin tener los paisajes nuevos,  esos que tanto sueño o contemplo con deleite, verdes, dorados o azules, todos me encantan,
Tendré paciencia y seguiré esperando a que el cansancio se vaya y mis musas espabilen.



5 comentarios:

  1. Comparto contigo la sensación.
    El calor es excesivo -incluso cerca del mar, solo refresca un poco de madrugada- y esto adromece hasta a las musas, a pesar de que ellas, allá en lo alto del Olimpo deben estar mas atemperadas..
    Esperemos que refresque y volvamos a la actividad normal para espabilar nuestras pobres "neuronas achicharradas".
    Saludos.
    Salvador

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  2. Yo no soporto el calor, estoy desde las 10 de la mañana o antes con el aire acondionado puesto.

    Mi estación preferida es el otoño, seguida de la primavera. En otoño, cuando las hojas caen y los árboles mueren para volver a resucitar en primavera, yo tomo el relevo y resucito.

    Besos

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  3. A mí el teclado se me ha derretido, el ratón sin pelo y el monitor fundido, “ouju que calo”
    Un abrazo

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  4. El calor abotarga,aplana,deja embotados los sentidos restándoles fluidez,hay a quien le gusta,a mí no.Odio el calor y eso que la playa en coche la tengo a escasos minutos de mi casa.Vivo muy cerca de ella y por las noches me siento a su orilla y el susurro de las olas me lleva a mundos mágicos impensables.Cuando hay luna el rielar en la superficie me hace ver inmágenes de dioses perdidos en su fondo hay veces que oigo sus voces y me dejo ir para entrar en sus sueños,sentir el susurro de el sonido de las olas .Es algo mágico que me transporta a otros mundos,a otros sueños. Quizás sea por que mi familia es gallega y marinera es por eso que el mar me encanta con toda su infinidad.Ver un cielo a la orilla del mar despejado y oscuro plagado de estrellas y oyendo el susurro de las olas mojándote los pies es una sensación indescriptible para aquél que la sabe escuchar.Por otra parte yo voy a un pueblo cercano a miciudad,pequeño,emcantador lleno de saboe y de historia,en la sierra del Maestrazgo,e pequeñp no hay nada,ni cine
    ,discoteca o algo parecido pòr no haber no hay ni prensas ,hay que pedirla.Hay una cosa curiosa las primeras veces que fui no podia dormir me rera imposible y era ¡¡¡del silencio !!! no me dejaba dormir es una sensacion maravillosa.el cielo en una atmosfera limpia es maravilloso he hecho de él fotografías fantásricas ahi tembien vale la pena perderse en la inmensidad del silencio y soñar.Espero no haberos aburrido

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  5. Ojalá siempre fuera una eterna primavera, aquí también cuando no nos tatemamos, nos ahogamos con las tormentas. Yo ya no se que prefiero. Abrazos Martha.

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