Celia despertó de pronto, con un frío extraño dentro de sí, enmedio de la noche.
No se oía nada, sólo la respiración pausada de Tomás, que dormía con una sonrisa de ángel, a su lado.
No tenía idea de la hora que podía ser, encendió una lamparilla de lector de la cabecera de la cama y buscó su reloj de pulsera, que había dejado sobre la mesita de luz.
Era medianoche y una tenue luz amarillenta, de la farola de la calle, se colaba por las cortinas tornasoladas, para morir en el suelo de parquet brillante.
Recordó que en el baño había dos albornoces blancos, plegados primorosamente y bordados con las iniciales del hotel y se cubrió con uno de ellos, para entrar en calor.
Fue de puntillas al saloncito y cogió su bolso, lo había dejado en el sofá, al lado del reposa brazos.
Mientras encendía un cigarrillo rubio, pensó en su madre sonriéndole y acto seguido, revisó el móvil.
Había varias llamadas perdidas, a distintas horas y un mensaje, de un número que no conocía.
Lo leyó de corrido: - Celia, soy su vecina del ático. Su madre enfermó y la llevaron a Urgencias. Fdo.: Lola.
Una desazón enorme, dio paso a la culpabilidad de no haber estado localizable, cuando su madre se sintió mal.
Fumó deprisa, pensando en qué hacer, dónde acudir, para saber qué había pasado.
Apagó el cigarrillo en un cenicero con agua, de porcelana blanca y volvió al dormitorio.
Recogió sus ropas de forma apresurada, besó la frente de Tomás, con cuidado de no despertarlo y se vistió en el baño.
Le dejó una breve nota en la mesita del salón, tampoco podía contarle mucho, aún no sabía nada.
- Tomás, salgo urgentemente por problema familiar. Un beso: Celia.
Celia pidió en recepción un taxi de contrata del hotel, que vino al poco tiempo. Pasaría por casa, para hablar con su vecina y que le diera más detalles del hospital.
Ordenó pues al taxista, que tomara rumbo a su domicilio y se acurrucó en el asiento de detrás, con una gran intranquilidad interior.
El taxi emprendió su carrera, mientras el hotel y los besos de Tomás, durmiendo plácidamente, desaparecían de su vista.
Continuará...
No se oía nada, sólo la respiración pausada de Tomás, que dormía con una sonrisa de ángel, a su lado.
No tenía idea de la hora que podía ser, encendió una lamparilla de lector de la cabecera de la cama y buscó su reloj de pulsera, que había dejado sobre la mesita de luz.
Era medianoche y una tenue luz amarillenta, de la farola de la calle, se colaba por las cortinas tornasoladas, para morir en el suelo de parquet brillante.
Recordó que en el baño había dos albornoces blancos, plegados primorosamente y bordados con las iniciales del hotel y se cubrió con uno de ellos, para entrar en calor.
Fue de puntillas al saloncito y cogió su bolso, lo había dejado en el sofá, al lado del reposa brazos.
Mientras encendía un cigarrillo rubio, pensó en su madre sonriéndole y acto seguido, revisó el móvil.
Había varias llamadas perdidas, a distintas horas y un mensaje, de un número que no conocía.
Lo leyó de corrido: - Celia, soy su vecina del ático. Su madre enfermó y la llevaron a Urgencias. Fdo.: Lola.
Una desazón enorme, dio paso a la culpabilidad de no haber estado localizable, cuando su madre se sintió mal.
Fumó deprisa, pensando en qué hacer, dónde acudir, para saber qué había pasado.
Apagó el cigarrillo en un cenicero con agua, de porcelana blanca y volvió al dormitorio.
Recogió sus ropas de forma apresurada, besó la frente de Tomás, con cuidado de no despertarlo y se vistió en el baño.
Le dejó una breve nota en la mesita del salón, tampoco podía contarle mucho, aún no sabía nada.
- Tomás, salgo urgentemente por problema familiar. Un beso: Celia.
Celia pidió en recepción un taxi de contrata del hotel, que vino al poco tiempo. Pasaría por casa, para hablar con su vecina y que le diera más detalles del hospital.
Ordenó pues al taxista, que tomara rumbo a su domicilio y se acurrucó en el asiento de detrás, con una gran intranquilidad interior.
El taxi emprendió su carrera, mientras el hotel y los besos de Tomás, durmiendo plácidamente, desaparecían de su vista.
Continuará...
SIGUE LA INTRIGA. BESOS
ResponderEliminarQuerida amiga me quede con las ganas de seguir leyendo, avisame cuando la publiques por favor.
ResponderEliminar___**_**Querida Amiga
_**___**Que el gozo de la
_**___**_________****resurrección
_**___**_______**___****nos rescate
_**__**_______*___**___**de la soledad,
__**__*______*__**__***__**la impotencia
___**__*____*__**_____**__*y la
____**_**__**_**________** desesperación
____**___**__** y nos transporte a un mundo
___*___________* de fortaleza,
__*_____________* belleza y
_*____0_____0____* felicidad.
_*_______@_______* te dejo todo
_*_______________* mi cariño
___*_____v_____*Felices Pascuas
_____**_____**Que Dios te bendiga
_______*****_____Besitos
(``★.¸(``☆.¸ ¸.☆`´)¸.★`´)
«´¨★.¸¸.*Noemí*.¸¸.★´¨`»
(¸.★`´(¸.☆`´ ``☆.¸)``★.¸)
Llevo una semana tonta, de no darme tiempo a casi nada, luego vuelvo y lo saboreo.
ResponderEliminarBesos