Cuántas lágrimas derramadas, rodando libres y amargas, como queriendo volver el tiempo atrás, si no puede ser, amiga mía.
Una ausencia impuesta a golpe de calendario, sin estar preparada para esa soledad, que ahora se adueña de tu vida.
Una alcoba envuelta en sombras quietas, no permiten dibujar las sonrisas en tu boca como antaño.
El silencio ahora manda en ese espacio, tan vivo en otro tiempo, con la presencia de quien tanto quiso y se fué.
Ella, cada noche, apaga las luces tras de sí y camina despacio, buscando una señal del aroma de su niño grande.
Aquel hijo que maduró de repente y la sostuvo cuando se supo derrotada, estuvo a su lado para que apoyara su hombro y caminara con ella.
Eligió, con el tiempo el amor de una mujer, quiso vivirlo y no miró atrás, desconociendo el vacío tan grande que dejaba en el corazón de su madre.
Era feliz y no veía más allá.
Ella, fiel a la cita que se impuso, se asoma a su alcoba noche tras noche, sabiendo que las sábanas frías, no lo cobijan ya.
Vuelve a mirar entre lágrimas amargas, uno a uno los rincones, para darle las buenas noches con infinita ternura al vacío que dejó, a la nada.
Lo dejó volar, junto a su amor, pero ella no sabe que él, el niño de sus ojos, se llevó su corazón consigo.
Por eso llora y por eso es tan tierna.
Ella calla y no protesta, sólo llora a escondidas, sin que nadie lo sepa.
Eso es el síndrome del nido vacío. Yo lo tengo del revés, es decir, tengo el nido "abarrotado".
ResponderEliminarAy qué faltita me hacen unas vacaciones solaaaaaaaaaaa.
Besos
Cuando dos mujeres hablan y hablan tanto, uno cree que ninguna de las dos se esfuerza en escuchar a la otra, sino que aguarda el momento de intentar un triple salto mortal usando la sinhueso de trapecio, mientras vuela en pos del qué dirán y vuelve en el a mi que más me da. Entretanto abro la boca como un pasmarote de y en tercera fila escucho música.
ResponderEliminarUn placer Inés, volver a saborearte a volapié.
Joaquinito.
Youtube Bruce Springsteen We Are Alive
Y, fiel a la cita, cada noche apagarás luces y mirarás la cama que no lo cobija...
ResponderEliminarAsí es, querida Inés, cuando los hijos vuelan. Me han saltado las lágrimas tus letras, yo también miro cada noche hacia una cama vacía:)
Millones de besos.
Querida amiga:
ResponderEliminarTu sentimiento es muy humano, muy hermoso y ha sido así desde que el mundo es mundo.
¿Por qué será que las madres suelen añorar más a los hijos y los padres a las hijas?
Pero así ha de ser y así será, todos fuimos hijos y en un momento dado encontramos pareja y abandonamos el hogar para formar otro.
No pienses en la tristeza por su marcha y espera el gran momento en que vuelva para poner en tus brazos un hermoso bebé que será tu descendencia.
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Quiero aprovechar el Día de la Mujer para presentar mi homenaje a vosotras, hijas, madres y abuelas, seres maravillosos sin lo que no existiríamos.
¡Que todas las bendiciones del destino os acompañen!
Saludos.
Salvador
(P.D.- Espero no sea otro invento de El Corte Inglés…………)
Que buen blog Inés
ResponderEliminarEsas lágrimas hacen daño porque no pueden llenar el vacío que se siente al notar su ausencia,pero que no tema esa madre pues con el tiempo volverán dos, o quizás tres. Y esa casa se volverá a llenar de visa y risas infantiles. Es ley de vida que así suceda
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