22.11.11

* Contrapunto ( 6 ) *




Amaneció el tercer día para el grupo español y siguieron con la visita por la ciudad. No querían dejarse nada por ver y el itinerario propuesto era muy interesante para este día.
Ante ellos tenían el  magnífico Palacio Real, cerrado al público porque la corte y la administración residían en esos momentos en La Haya ( Den Haag).
Ya en la gran Plaza de los Museos, vieron el Rijksmuseum, un hermoso edificio de estilo barroco, donde se exponen grandes obras de pintores universales, ademas de una colección admirable de obras maestras del siglo de oro holandés de la talla de Rembrand, Ruberns y Vermeer. Así mismo artes decorativas, sobretodo de mobiliario antiguo y una maravillosa colección de cerámica de Delft.
El impresionante edificio del Museo Van Gogh es moderno y  de forma de caracola. En él, se exponen las pocas obras que quedaron en Holanda ( solo veinte cuadros de pequeño formato).
Justo enfrente se encuentra el Museo del Diamante, regentado por judíos ortodoxos, ataviados con levitas negras, sombreros de ala ancha y los característicos tirabuzones en sus cabellos, que atraen las miradas de los curiosos.
No menos importante es el teatro de la Ópera de Ámsterdam, situado al fondo de dicha plaza.
Más al sur les llevaron al gran Oosterpark,  donde contemplaron un molino de viento típico de cualquier postal y comieron, por fin en la terraza de un restaurante situado frente a un lago precioso.
Comentaron varias veces, entre bocado y bocado, lo interesante que les estaba resultando este viaje.
Seguían sorprendiéndose una vez más por las bicicletas, que dominaban claramente la circulación. Coches, camiones y peatones estaban pendientes en todo momento de respetar esa preferencia de los conductores de bicicletas.
Resultaba curioso ver a las madres montadas en grandes bicicletas o triciclos con toldos de plástico y pequeños asientos, llevando consigo a sus hijos pequeños, hasta cuatro o cinco niños sentados delante, rumbo al colegio o simplemente de compras.
No es que tengan muchos hijos cada una, es que la costumbre de las mujeres jóvenes es trabajar solo cuatro días a la semana y varias vecinas con niños pequeños solicitan diferentes días libres y se turnan para atenderles y llevarles a la guardería o al médico, la legislación es muy avanzada y hace perfectamente compatible la vida familiar con la laboral.
Se acercaba la hora de la cena, mucho más pronto que en España y quisieron visitar el famoso " Barrio Rojo", donde están situados los locales nocturnos de prostitución.
Evidentemente, la pareja con los niños pequeños declinaron hacer esa visita y regresaron al hotel a descansar.
El guía les adentró por unas callejuelas estrechas, con pequeños canales, alumbradas con luces rojas o rosadas a modo de señuelo. En esos famosos escaparates, voluptuosas chicas se exhibían insinuando sus encantos, para ofrecer sus servicios a los posibles clientes.
Esta profesión en Holanda es considerada como autónoma y las chicas pagan sus impuestos, como cualquier trabajador más y por tanto tienen derecho a seguridad social, controles sanitarios y pensión de jubilación. Así se evita la explotación por organizaciones mafiosas y la presencia continua de un gran número de policías de paisano controlan en todo momento los alborotos y maleantes.
Los comentarios sobre las chicas de alterne de los escaparates,  no siempre eran respetuosos por parte de algunos turistas, clientes o no.
Samuel e Irene se sintieron algo molestos con las risotadas y se mantuvieron al margen, con la naturalidad y el respeto que se esperaba de todos ellos.




Continuará...




5 comentarios:

  1. Yo soy una firme partidaria de legalizar la prostitución, allá cada uno lo que hace con su cuerpo y, si se trabaja con él, legalizarlo todo son ventajas, tanto para los trabajadores del sexo como para el estado en cuestión.

    Otra cosa es lo de los escaparates, yo lo veo soez.

    Besos

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  2. Todo lo que refieres es cierto, cuando visitas Amsterdam no puede evitar el morbo de pasear un rato por el "Barrio Rojo" de noche.
    Cada uno puede pensar lo que quiera, a mi no me gustó.
    Lo de las bicicletas en demencial, hay muchísimas y andan a toda velocidad porque saben que tienen preferencia, además, son muy altas y no llevan frenos, reducen la marcha pedaleando hacia atrás y no todo el mundo es muy hábil con este sistema.
    Hay que "torearlas" con mucho tiento para que no te atropellen.
    Las mujeres llevan bicicletas enormes con grandes cajones delante con los niños o la compra y te maravilla ver como mantienen el equilibrio con aquellos trastos.
    El museo Rijst (Real) es magnífico, el Van Gogh te deja un poco desencantado, después de una cola larguisima la gente se amontona alrededor de cuadros pequeños y las legiones de japoneses fotografían cada lienzo 300 veces, desesperando a los que se empujan para verlos.
    Es que esn mas práctico comprar el librito de la la tienda de recuerdos (que es mucho mas grande que la exposición.....)
    Me estás recordando muchas cosas Inés.
    Sigue el relato por favor.
    Saludos.
    Salvador

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  3. Ej tema de calle roja me gusta caray cuanto he dicho, la prostituacion es la profesion mas antigua pero la legalizacion es uyyyyyyyyy. Todo si fuera legal piensa cuanto se ganaria es muchas cosas. Hola te dejara huella ooooooooo. mil gracias

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  4. Detallado e interesante relato estaré pendiente de la continuación, y en lo referente a la prostitución, si no se puede erradicar lo mejor es legalizar.
    Un abrazo.

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  5. Hola como siempre me admira la elegancia y la sencillez no exenta de detalles que requieren buscar información para darle verosimilitud al relato. Hoy he paseado,viendo a través de lo descrito una ciudad que no conocía. Lo de las bicicletas en sitios de Europa son normal (en Viena por ejemplo ) allí también van ,eso si por el carril a toda velocidad y te advierten que tengas cuidado pues ellos ahí. Volviendo al relato la descripción del Barrio rojo es digna de atención Tienen razón al legalizar la prostitución, sino se puede luchar en su contra al menos soportarla de una manera mas de acorde con el entorno. Si se toma como profesión legal y pagan sus impuestos y cobran sus jubilaciones no deja de ser un alivio. al menos esta controlado y no es un foco de infecciones y enfermedades. Inés gracias por hacerme participe de tus relatos y permitir adentrarme en la belleza de ellos

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