10.9.12

* Esther *




He vuelto a saber de ti, lejanos los años en que parecía que íbamos a comer el mundo. La tristeza, la nostalgia, la melancolía y las demás penas inventariables del alma se adueñaron de toda forma de raciocinio. Noticias inesperadas, sin margen de error. Tanta amargura sobrevenida me aprestó a revolver de manera inmediata, el cajón de los recuerdos, ese que tras la desgana convierte en extravío los días que alumbran a más días.
Arcón que como reloj de arena diluye la memoria de pasiones, estremecimientos y contratiempos que en él vamos apilando. Lunas y soles caídos del almanaque amarillento olvidado tras una puerta nunca cerrada. Sin ganas, tampoco reposo, como hojas de castaño, sembrados ya los trigos.
Desorientado como acostumbro pero ahora también aturdido. Enredado en circunloquios sin ornamento, carentes del máximo común divisor de toda lógica, el sentido común. Sin saber de qué hilo tirar para averigüar en qué madeja te ovillas. Acíbar estremecedor.
Ni antes supe hallar coincidencias que nos aproximaran ni ahora tender puentes, entre mi orilla y la que guarda tus sombras.

Recuerdos me quedan y para mí tengo, guarecidos al abrigo de treinta años en que, a cuentagotas, he sabido de ti. Unas veces tan próxima, otras deliberadamente tan distante. Quizás nunca aprenda a posar en oídos ajenos, un escueto: " Hola, ¿ qué tal te va ? ". Miedos a respuestas nunca recibidas. Posiblemente, ya ni valga la pena intentarlo. Sumo absurdos a cautelas sin recato que, en momentos como este, solo me aportan desazón y abatimiento. Respirar incluso llega a oprimir, convirtiéndose el aire en losa de granito más que en evanescencia.

Hallé fotos tuyas en la red . Serenamente guapa, sin artificios ni enredos, un punto lejana. Multipliqué mis miradas, como exponencialmente me empujaron las añoranzas guardadas. Achinados los ojos a la par que esbozas una sonrisa, como antes.

Jamás supe leer entre las líneas que borraste con besos, a hurtadillas, para reescribirlas de nuevo o tal vez, deletreé palabras que ni en el margen anotaste a lápiz. Ni lo supe entonces, ni tiene sentido intentar descifrarlas hoy. Incluso, pudiera ser que los besos no fueran borrones sino delicados paréntesis. Como siempre imaginé, a medias de un camino que nunca te vi decidida a pisar, pero del que debías ser tu, la única dueña.
Seguiste la senda que marcaron tus codos, de la que yo me alejé por rutas extrañas a aquella que nos acercó. La vida es una sucesión de coincidencias que debemos aprender a reconvertir en consecuencias. O a seguir desgranando días.

Son muchas las personas que te querían, que sentían por ti un afecto de difícil mesura. Quizás con el cariño que no sabremos nunca ponderar del todo.
A buen seguro que los niños que ayer garabatearon letras, números y dibujos en sus cuadernos, caminaban hoy llevando de la mano a sus hijos, en procura de una pedagogía que destilabas mientras dabas color a las ilusiones infantiles.

Leí palabras que derramaban sensibilidad a borbotones, vi miradas que buscaban consuelo, escuché por qués ahogados en mares de lágrimas. Con el cariño que te profesaban han creado en el colegio, un premio literario infantil con tu nombre.
En síntesis, te diré que detrás de ti, se ve con nitidez una estela de " savoir faire ".

En la alcándara donde tendías al sol las sonrisas nacidas de tus labios, zarandea hoy el aire estampado de salitre, hierba luisa y florido romero, a la vez que dibuja patelas* de caracolas y buguinas* con las fragancias de las mimosas, laureles, margaritas y de todas las flores que aguardan en los ribazos de los caminos las ausencias de aquellos que tanto quisimos.

Seguirás conmigo, con el cariño que probablemente nunca aprenda a compartir, ni tan siquiera como cumplido. Acompañarán mis días el recuerdo de aquella tarde de verano, en que cruzabas la plaza mientras al compás del baile de tus ojos, mi mirada se llevó de la tuya lo que el tiempo guardó como feraz silencio. Silencio terco y mudo, a la vez que indomable, que jamás nadie ni nada fue capaz de encerrar en ese otro cajón íntimo, que en ocasiones tanto bien nos procura . El del olvido.

Tus besos, aquellos que tenían el sabor de la frescura y la rebeldía, de la goma de borrar, de la tiza y del pelo suelto, aquellos besos que sabían a ti, seguirán guardados como regalo que la vida me dió la oportunidad de disfrutar, en la alcancía de mis sueños.
Hoy supe de nuevo, que las gotas de agua llegadas sin prisas a la comisura de mis labios, sabían como siempre. A mar.


05.01.2012.

Notas :
* Patela ( En gallego ) : Cesta de borde corto donde llevan el pescado, en la cabeza, las esposas de marineros vendiendo las capturas por los pueblos, en la mayoría de los casos, sardinas y jureles. Típica de Rianxo ( A Coruña ).

* Buguina ( En gallego ) : Caracola marina que tocaban los marineros para anunciar que habían llegado y tenían pescado a la venta. Se perforaba la punta y se hacía sonar soplando fuerte. Un ruidoso : tuuuuuuuuuu !!!. Así mismo, la tocaban los pescaderos.

Música :

1.- Youtube Mar Adentro Nessun Dorma Alejandro Amenábar Mejor escena Lalucreymaocortos // Montes, valles, arroyos, cielo, playas, mar....todos tan familiares...Si me dijeran que estabas ahí... ¡ iría volando !.
2.- Youtube Rianxeira 2011 Bengalas - orquesta Solara - Guadalupe Rianxo GaguelCom // Este año, el próximo viernes, día 14, se soltarán las lágrimas. No apretaré los dientes, miraré a las estrellas, con la emoción desbordante, cuando me acuerde de gente como tú.
3.- Youtube Pachelbel Canon in d major. Best version // Para irme con un buen sabor de boca, con la mochila de la intimidad a cuestas.







6.9.12

* Flores amigas *




Me gustan las flores, siempre ejercieron en mí una fascinación especial y me incitaron a saber algo más de ellas y sus circunstancias.
Hablan por sí solas con lenguaje propio, cuando las contemplo muy de cerca en mis paseos, con sus colores y su entorno figurado.
Aunque  les pregunte sin palabras, sé guardar mis dudas y esperar con paciencia una respuesta, porque cada flor tiene una vida y cuenta lo que quiere y cuando quiere, a través de su fragancia y sus matices.
Hay flores con su historia de colores y también con tormentas interiores.
Todas y cada una  de ellas son privilegiadas a mis ojos, sin preferencias conscientes, pero las más se me mueren con los días en puro silencio.
Y a veces no entiendo qué pasó cuando vuelvo y la flor desaparece del jardín de mis paseos.
Creo en sus susurros contenidos, en el brillo de sus pétalos, necesito contemplar su ofrenda de colores, sin arrancarla de su espacio.
Cada  flor de todas siempre es especial, no es para un día, no es para abandonarla a su suerte, no es de conveniencia de ocasiones.
No la sustituyo por otra más brillante cegada por su aspecto, eso no va conmigo.
No tiene precio ponderable en mis adentros, porque ni la compro, ni la vendo en un arrebato de adolescente caprichosa.
Algunas  flores son mis confidentes, arriesgo mi credo por el perfume de su alma y me afano en su trato valioso, aunque a veces acabo muriendo en su olvido y me entristezco por un tiempo.
Cuando la flor se muere es por decisión propia, lucho en su agonía por revivirla, sabiendo que no gano en la batalla.
La flor que apaga sus colores debe imaginar mi duelo, pero calla y sigue su vida elegida.

Las flores son como las amistades , cuando llega la ruptura un  corazón llora y el otro late alegre en otra parte.