De un tiempo a esta parte las cosas no van bien para muchos.
El ambiente está enrarecido y acaba influyendo en el ánimo, si se le permite que asole las sonrisas.
No hay que ser adivina para entender que la etapa que estamos pasando, nos afecta más allá de lo debido. Nadie esperaba que todo se complicara tanto, pocos creíamos que la esperanza se volviera incertidumbre.
Queremos recuperar aquel tiempo de bonanza a toda costa, pasear por la vida sin preocupaciones y que todo esté en su sitio, como entonces.
Nos aferramos a recuerdos dulces que siguen en duermevela en nuestra memoria. Últimamente se hacen más presentes y nos complace despertarlos .
Vivimos con prisa, dormimos inquietos, cerramos los ojos al presente que trata de amargarnos el día y las nubes que tanto nos evocaban, van y vienen deslizándose por el cielo.
Ellas siguen ahí, adoptando formas a capricho, mientras deshilachan con picardía sus alas en el azul del cielo, entre tú y yo.
A veces se alían para dominar su color, se vuelven grises y aburridas. Protestan juntas y acaban la pelea derramando sus lágrimas en silencio, extenuadas por la batalla.
Hace frío, en el cielo y en la vida y hay que reaccionar y resistirse, como mejor podamos.
Se trata de enfrentar con alegría los malos tiempos y seguir hacia delante, sin miedo.
Hay muchos signos sencillos que dejamos pasar por alto que pueden devolvernos ese ánimo que a veces perdemos.
La calidez del sol en nuestra piel vuelve a venir cada día a decirnos que estamos vivos.
El aroma de café recién hecho nos hace parar unos instantes y nos apetece paladearlo en una taza.
Buscamos palabras amables al oído cuando vamos caminando por la calle y aguzamos el oído con disimulo si oímos carcajadas cerca.
Y pensamos al escucharlas, o al menos yo lo pienso, en que esa persona tiene alegría interior y la transmite sin vergüenza.
Me encanta la gente risueña, positiva y de risa fácil.
La que tiene un rictus serio, la que cuenta poco, la que siempre protesta de todo, me gusta mucho menos.
Adoro bromear con hechos cotidianos con la gente que me importa.
Me encanta provocar una sonrisa imaginando situaciones cómicas y arrancar una sola carcajada en un corazón que me dice que se cansa de la vida, es mi cometido.
Quise y quiero ser positiva en tiempos de cambio, pretendo mimar mis amistades y conservarlas a mi lado.
Sé que toca esforzarnos, más y más y seguir con lo puesto, en la senda de la vida.
Sé, puedo y quiero.