31.10.10

* Estás *

Dijiste: "Sabes dónde encontrarme cuando me necesites".
He pensado en ese dónde, en el que tú estas y hay muchos, para buscarte.
Estás en el tibio rayo de sol, que se cuela en mis mañanas, dorando más mi cabello.
Estás en mi primer pensamiento, cuando me pongo en marcha, cada mañana.
Estás ante un cálido café bien dulce, cuando quieras.
Estás en cada paso que doy, por si me pierdo.
Estás para enjugar mis lágrimas si asoman.
Cuando te leo, con tus sonrisas, estás.
Estás, detrás de un color de voz que ya conozco.
Estás para escuchar mi mal día, con tu alma fija en mi lamento.
Estás, siempre estás, cuento contigo.
Estás, aunque la distancia nos separe, en mis noches contigo.
Estás cuando el sueño nos vence, hablando y nos despedimos por ese día.
Estás, lo sé...y... eso me hace sentirme en paz y siendo la amiga que tu esperas.

Por tí, ESTARÉ, si vacilas en tu caminar en la vida, por un café contigo, por tus vuelos bajos, por tus sonrisas y porque mi rayo de sol eres tú.

* Mis queridas violetas *

Un pensamiento, fiel a mis despertares, rompió mi sueño en dos, cuando empieza mi mañana.
Alteró mi pulso en letargo, al sentarse delante de mi memoria y cobrar vida, con la claridad del cielo tan azul, como su tímida mirada.
Traslada al hoy mis melifluos recuerdos , cuando asalta mi sosiego, invadiéndolo todo con su presencia de luz.
Por más que lo alejo, acude presto, vivo, sonriente y reservado a mi espejo, mientras lo nombro a gritos, en mis adentros.
Instalado en el rincón más preciado de mi recuerdo, reposa, fiel a mis ruegos de mujer.
Horas, minutos, todos, ahí, en presente amable, sigue. Sin irse, ni quedarse, ni viene, ni va, sólo calla, siempre, persiste en secreto dulce.
Es un libro abierto, con páginas en blanco, portada de suspiros frescos y carátula de incertidumbre, en medio de una senda que no acaba, en la vida de su vida.
Es una canción de bellas melodías, en corcheas y silencios, sin destino ni por qué.
Es el cielo en azules, es todo para mí, desde que llegara.
Es el viento que place a mi alma, que le nombra, sin respuesta. Cada día me despierta, me llama, me gana, en mi contienda contra el debo y el quiero.
Me nombra con su letra y la cadencia de sus tempos. Me acerca y me envuelve en el espacio, sin que pueda resolver, ni una sóla de sus dudas.
Me faltan sus abrazos de mediodía, como desafío a mis anhelos, en consuelo a mi agonía.
Me nacen lágrimas que ruedan libres, de mis ojos a mis manos, que los enjugan.
Y le extraño todo, como el cielo a las estrellas, en las auroras, cuando el sol las oculta.
Me conformo, porque no viene a besarme, contemplando a mis queridas violetas, tan delicadas ellas, como mi nostalgia.

Él, su ausencia elegida, es el delirio de mí misma, cuando ordeno mis pensamientos.

* Si me lees...*

El día de hoy se presenta ante mí, vigoroso, joven y prometedor.
Me adelanté a los rayos juguetones, que me invitan a evitarlos, apenas despuntan por el horizonte, invadiendo la noche, que resultó plácida y reparadora.
Sin razón aparente, me desperté de súbito, algo rompió el sueño en el que estaba y no remoloneé, con los ojos cerrados, como otros días.
La mañana es más fresca que la de ayer, eso me anima a aprovecharla, con mis energías renovadas y mis planes sencillos.
Cada mañana algo me despierta y hoy eran los gorriones, de nuevo, que mantenían una trifulca, supongo que de enamorados, mientras volaban alocadamente.
Conozco bien lo que dicen y sonrío, mientras les echo sus migas troceadas con mimo, apenas humedecidas, por si les acucia la sed.
Miro a mi alrededor silencioso, un espacio inundado por la luz de la mañana, roto por los gorjeos de mis gorriones pintos y con una jerarquía curiosa, mientras tomo despacio, mi café recién hecho.
Me acerco a la ventana, franqueada por rejas de forja torneada, despacio sin asustarlos, mientras el árbol que los cobija de noche, recibe ya al majestuoso sol, por su frondosa copa.
Corre una ligera brisa, que cimbrea sus ramas verdes, como el trigo verde.
Algunos pájaros distintos, siguen esperando, pacientes, a que los míos se sacien y picotear los restos del ágape.
Hay para todos, los unos y los otros, todos lo saben, por eso vuelven, siempre.
Me inspiran ternura, me hacen compañía, me reclaman y tienen un sitio preferente,en mis mañanas tibias.
Con un suspiro quedo, les despido por este rato, la vida apremia y hay mucho que hacer.


No sé si decidirme por un vestido de flores, para vestirme o algo liso y fresco que me dé comodidad para recoger la casa.
Las flores siempre me gustaron, estampadas en tejidos suaves, dibujadas en papel y nacidas en la tierra, creciendo hermosas, con fragancias inimaginables, dignas del mejor perfume de mujer.
Mi flor predilecta es la violeta, por su suave fragancia y por su color que prefiero.
Me llama mucho la atención la rosa azul, por distinta y me gustaría, algún día recibirla como regalo especial, de muy alguien que me quiera.
Para mi jarrón, uno sólo, de flores contrahechas, que son parecidas y no mueren, como las naturales, en la madre tierra.

Me siento bien y serena, enmedio del silencio que me acompaña ahora mismo y me gusta.
Adoro este tiempo de sosiego y escribo para tí, que me lees, esmerando mis renglones.
Porque tú te lo mereces, desde tu lado y con tu mirada serena, paseas tus ojos en un tiempo de mí misma, Inesperada.

Buenos días y un beso de flores, con mi sonrisa de amiga.

* Lo que me queda *


Te fuíste.
Sin decir nada, como siempre.
Ya estoy acostumbrada a tus ausencias, pero ésta creo que es la definitiva.
Lo sabes y lo sé yo tambien.
Ni te dejo ir, ni tienes que decirme por qué te vas.
Ya no estás, no estamos, ni siquiera estoy yo.
No puedo emitir palabra alguna, no puedo llorar, no puedo reprocharte lo que no me prometiste.
Fuiste noble, claro y caballero.
Pero no podías quererme, no podías.
No debo sino seguir caminando, como lo hacía, antes de tí, sola.
Enmedio de mis dudas y mis falsas esperanzas, fruto de mi loca fantasía.
Posiblemente recreé un amor que jamás existió.
Seguro que de real no tuvo ni los besos, que imaginaba que me dabas.
Casi afirmo que, mi mente desbordada, inventó un amor tan bello, contigo.
Y es hora de pensar en lo que tengo, de suspirar sonriendo por lo que me queda, de decirte adiós con mi pañuelo de seda.
Y seguir esperando el amor de mi vida, cuando aparezca.

Es lo que me queda.

* Amado mío *

Me dices que me amas,
me tomas cuando me quieres,
te cuelgas en mis labios
acomodándome en tus besos,
con mi boca que te espera.
Me llamas cuando te añoro,
me escondo cuando no estás,
toma mis pulsos con tus dedos
y comprueba que es por tí,
su palpitar acelerado.
Me citas con tus sonrisas,
me celas entre tus brazos,
me enredas en tus halagos,
me matas con tus susurros.
Me puedes en tu distancia,
me quieres porque me quieres,
te reto porque te gusta,
me tomas porque te quiero.
Me urges en tus mañanas,
me faltas a mediatarde,
me ganas a medianoche,
y me amas de madrugada.
Por eso, amado mío,
eres todo para mí.

* Sola *


Yo no quiero ser tuya,
porque nunca lo fuí.
Ya no quiero tus besos,
porque nunca los tuve.
No pensaré en tus amores,
porque no me quisiste.
No soñaré contigo,
porque no sé como eres.
No lloraré por tí,
mi lágrimas no sirven.
No volveré a hablar,
porque nunca escuchaste.
No esperaré tu regreso,
porque nunca viniste.
No haré nada,
sino caminar sin tí
sola siempre,
como me encontraste.

* Amiga, aquí estoy *

Hoy me visitaste. Llamaste a mi puerta, que jamás se cierra.
Estabas triste, te lo noté enseguida.
Viniste de paseo por la senda de la vida, un ratito conmigo, amiga.
Siempre que lo haces, me siento útil, cuando me confías tus cosas, me creo, además, importante y querida.
Estuvimos corazón con corazón.
Yo te entiendo, tú también a mí y sobraron los pormenores de tu pena.
Ya sabes que estas cosas pasan, aunque no las busquemos, amiga.
No es sentirnos deprimidas, ni es sentir desencanto, por alguien que nos hizo un daño.
Es otra cosa distinta a éstas, es un estado de ánimo de tristeza, es verlo todo menos rosa que siempre, o de un azul desteñido, tirando a gris plomo, como en un día de lluvia.
Es querer que todo cambie, sin saber cómo hacerlo, para que torne a los colores vivos de la alegría, de otros días cuando los ojos nos brillan intensamente, sin saber por qué.
Estamos tristes porque queremos estarlo, porque no se puede hacer todo sola, porque nos faltan manos para levantarnos, porque esa esperanza se ve tan lejana que no se alcanza.

Porque nos sentimos solas, porque no decimos qué nos pasa, porque no somos culpables del todo.
Por unas palabras que no se entendieron, por unos silencios que son sólo eso.
Por unas ausencias que el tiempo nos marca, estamos tristes, estamos solas.
¿Recuerdas amiga?.
"A mí,- te dije-, también me pasa".
Llegan esos días y a nadie le digo que me siento muy sola.
Me voy a mi cima, sola, suspiro en silencio, con el viento de amigo.
No hago nada, no pienso siquiera. Estoy sola sí, terriblemente sola. Y no digo nada.
Pasa el tiempo y todo pasa, sacudo mis penas y bajo despacio, a la vida.
A veces te encuentro a mitad de camino, te paras, me paro, nos sentamos y hablamos de nuevo.
Sin tiempos, sin juicios, yo te hablo de mi gran soledad y tú me escuchas.
Un día tú, otro día yo.
Desde hace tiempo, somos amigas las dos. No sé cuánto,¿qué más da?.
Me escuchas, me atiendes y entiendes, me conoces casi mejor que yo.
Te comprendo y sé cuando te alejas y por qué te ausentas. Te conozco casi mejor que tú.

Por eso, mi querida amiga, te quiero.
Por eso somos AMIGAS.

* Mis días sin tí *


Un día como hoy
o distinto a todos,
me miré en tus letras,
de maestro y amigo.
Una noche como ésta
inventé un paraíso,
color miel de caña
y azul en tus ojos.
Besos tibios de tu boca
y susurros locos,
en mi oído.
Un mes como éste,
recreé tu imagen,
mientras regalabas
tu alma a la mía.
Un año como éste
que raudo se aleja,
tuve sonrisas con silencios,
dudas con poesías,
ilusiones bellas.
Todo de tu nada.
Y mis días fríos
con tibia esperanza,
desgranaba entre suspiros,
sensaciones de poesía,
melodías sin tu entrega.
Y mis noches quedas,
en mi memoria,
silencioso estabas,
como quisiste.

Y sigo caminando,
con tu recuerdo infinito,
con tus besos de almíbar,
con el cielo anhelado,
pero contigo y sin tí,
aunque no respondas.

Aunque no me ames
mi corazón elegió
y no la vida.



* ¡Siempre! *

Te amé sin razones,
pero tu razón no bastaba.
Quise ser tu horizonte,
pero no me buscabas,
en la vida mía.
Quería caminar por tu senda ,
pero tú permanecíste quieto,
contemplando tu estío.
Ser tu luz pedí,
pero estabas sin sol,
sin ocaso, ni aurora.
Quise mirarme en tus ojos,
pero mirabas al cielo,
sin acordarte de mí.
Ser tu luna en tus noches,
pero sólo dormías,
con tus amargos recuerdos.
Quise ser lluvia fina,
pero no eras mi nube,
para albergar mis abrazos.

Estar en tus labios soñé,
pero no soy ese nombre,
que en tu alma reside.
Puse mi corazón en tus manos,
pero vacías estaban,
en tu soledad doliente.
Quise ser tu pasión,
pero eras hielo
y viento lejano.
Ser compañera de viaje,
pero no tengo asilo,
en tu destino incierto.
Quise todo, sí,
a cambio de nada
y eso tuve de tí.
Silencio, ausencia,
nada de tí ...

Querer, te quise,
amar, te amé.

¡¡Siempre!!

* Tú eres tú *


Si fuego fueras tú, sería tu brasa incandescente, porque encendiste una llama en mi corazón, sin pretenderlo.
Tan solo espero, para que tú seas mi milagro, mi alegría y mi reposo.
Si la vida fueras tu, sería yo tus horas infinitas , inclinándome hacia tí, en un tictac de besos enlazados.
Si fueras tú mi brisa, sería yo barquito de tu mar e iría por tí, a la deriva con tus abrazos.

Si fueras tú, si fueras, ¡Dios!, pero no eres, no.

Tu eres tú, para caldear mi alma cuando llegas, me sonríes y te ausentas, tu eres así, siempre tú. Tú eres, amor.
Eres tú.

Si senda fueras tú, buscando tu posada, te seguiría confiada, por tu gozo y por tus días.
Por abrazar tu voz sería yo tu bella melodía, repetida con deleite, en tus labios que no tengo.
Eres para mí la única razón, en mi delirio, con la cordura que me queda.
Tan solo existo para ti. Por ti, mientras mi corazón decide amarte.
Si fueras tú una nube, de tí me empaparía, día, noche , pero contigo.
Y recibiría tus versos de amor, en mi regazo, que te añora.
Si fueras tú mi paisaje, sería tu horizonte yo y te abrazaria como el sol, cuando se baña en el mar de mis amores.
Y llenaría de rosas rojas tus amaneceres, con mis labios en los tuyos, en el sitio que eligieras.
Tu eres tú, me falta tu calor, necesario y suficiente, en mi alma que te extraña.
Me falta tu sonrisa, tu presencia, tus quereres y tu arrojo.
Tu eres así, tu eres amor, supiste serlo en otro tiempo.

Eres tú, sí. Pero no de mí

29.10.10

* Mi mañana *

Mi mañana tiene nubes deshilachadas, sobre el suave azul, a lo lejos.
Una tibia brisa me trae, fiel y presurosa, para derramar mi alma en el espacio que elegí como propio.
Tal vez algún día vuelvas a humedecer tus ojos de emociones, como antaño, si llegaras a buscarme en tus silencios.
Estás presente en mí, en este dulce momento, en el que me faltas tanto, que me duele.
Dije tantas veces de mi amor, que una más aún debe ser poco, si no me respondes.
Tantas como las nubes que se extinguen en el horizonte, a pinceladas, por la brisa que las aleja de mí.
Sin rubor, proclama mi alma.
Sin dudas, sé que mi sentir es verdadero.
Sin exigencias, te aguardo, entre guitarras, que me ayudan a seguir esperándote.
Mecen mis sentidos y secan mis angustias, hacen que mis suspiros vuelen libres, sin anidar en tu pecho.
No me queda sino seguir, viva y conforme, sin tus besos de miel y tus caricias maestras.
No me duele que no estés, ni que me falte tu piel.
Eres mucho más que locuras de madrugada y sentidos a flor de piel.
Seguirás en mi altar de silencios y susurros, en el pedestal que te puse, con el amor que crece en tu ausencia.
Y mientras, la mañana avanza sin ser turquesa, sigue sin tu voz lejana como entonces.
Sigue sin tí y conmigo.

26.10.10

* Te quiero *

Te quiero.
Cada día que pasa por mi lado,
te quiero.
Cada noche que se queda conmigo,
te quiero.
Cada amanecer que te extraño,
te quiero.

Me falta besarte una y otra vez,
sin pausas, ni descansos,
convencerte de mi credo, por tu alma,
retratarme en tus ojos, por mi dicha,
adormecerte en mi regazo, con tus ganas,
enloquecerte con mis susurros, en tu estío.

Me queda todo por hacer, contigo.
Conquistarte en la distancia,
llamarte cada instante y en silencio,
preguntarte si me quieres,
como quiero que respondas.

Me falta la ternura de tus ojos,
me resuena tu voz en mis adentros,
me espera, el juicio de tus miedos,
me supera, la exactitud de lo que siento.

Me inquieta, el lento transcurrir,
de tu agonía, cuando callas,
me consuela saber,
que el amor es así de caprichoso.

¡Te quiero, sí!.
¡ No sabes cuánto

* Nuestro bolero *

Me apetece bailar, en este preciso instante, contigo.
Sólos tú y yo, sin más testigos que la luna y las estrellas.
Deseo este baile, porque sé que te gusta sentirme con las melodías que elijo pensando en tí, cuando nos mecemos sin más, abrazados y en silencio.
Abandonados a la cadencia suave de un baile de boleros, con tus manos rodeando mi cintura, suavemente.
Somos una pareja llena de ternura, mirándonos a los ojos brevemente, nos lo decimos todo, sin palabras.
Un beso suave de tus labios, premonitorio, diluye al instante todo lo presente y me lleva a sentirte sólo mío.
Que tus manos se deslicen por mi espalda, que las mías se sostengan en tus hombros, mientras pierdo el equilibrio, la cordura y la vergüenza, hacen que me sienta sólo tuya.
Somos dos, entrelazando tu cuerpo con el mío, en un baile subyugante.
Queremos que este mágico momento, sea tan perfecto, como la melodía del bolero, que nos eleva a un arrobo inexplicable.
Anulamos el espacio que nos sobra, fundiéndonos en un íntimo abrazo, emocionados.
¡Tantas veces hablamos de este baile y hoy se cumple nuestro sueño!.

Mientras bailamos, cuando me besas y nos amamos.

* Lo nuestro *

El sol, majestuoso como tú,
que alumbras intensamente,
la primavera de mis días,
con un amor generoso,
y tan apasionado, como cierto.
Es, como el amor que yo entiendo,
tan leal, como mágico y eterno,
tan divino y juntos siempre,
porque así lo cimentamos.
Lo nuestro es puro amor,
tan grande como el mismo Amor.
Soy el astro que te lleva,
y tú, la banderola de mi meta.
Es amor que huye de juicios,
sentir que colma mi vida,
y que nace cada día,
venturoso y como nuevo.
Airado,
como lumbre que no abrasa,
casi ideal e inimitable,
porque es sólo contigo,
el amor que yo elegí,
entre tus brazos,
cuando al mirarte, te amé.
Sellaste con tus besos de fuego,
este loco y dulce amor ,
tan delicado y total,
que nos instala en un mundo,
de caricias y deseos,
de proyectos e ilusiones,
que por adoración,
tú y yo, nos inventamos,

¡Tú, mi amor, mi sol fulgente
y yo, tu amor, tu luna clara!.

* Reflexión *



Cuando asomamos a la vida, venimos desnudos, con la curiosidad del que no sabe qué ocurre, ni por qué acontece.
No sabemos cuidarnos y somos nutridos en cuerpo y alma, por quien nos sostiene y cobija en su regazo materno.
El afecto primero es decisivo, para conformar nuestro carácter y fortaleza, de por vida.
Los mimos y cánticos de amor, en nuestros llantos, cuando sentimos miedo, dolor o frío, apaciguan el desconsuelo, entre arrullos maternos.
Caminamos y aprendemos de los años, con los principios que se nos prestan, conformando nuestro yo, más preciado.
Perseguimos con encono la felicidad propia y ajena, como bien y razón primera.
Comunicamos y aprendemos a personas distintas, sueños planes y dilemas.
Construímos afectos, amores y sociedades dispares, que nos obsequian su alma, en la medida que saben, pueden y quieren.
Maduramos despacio o deprisa, según coyunturas y nuestro ego es salvaconducto evidente, a los ojos de quienes nos ven y nos miran.
Fallamos una y mil veces, unas sin importancia y miles con daños, queriendo o no, ante propios y extraños.
Nuestra conciencia reclama justicia, enmienda y disculpa, ante lo que pudo haber sido y lo que nunca debió hacerse.
Y pedímos perdón con la humildad necesaria. O, huímos cobardes, acallando temores y alimentando actitudes abyectas.
Seguimos los tiempos, con la confianza y alegría del deber cumplido.
Somos humanos, erranos, caemos y resurgimos con manos de afectos.
Sentimos vergüenza propia y ajena.
Queremos enmendar desaciertos, que nunca debimos haber cometido.
El daño hecho y consecuencias, reclaman oprobio y disculpas.
Y nos dan leccion de vida y actos , con los que no contábamos, personas generosas, de corazón noble.
Nos hacemos fuertes y justos, sin perder el norte y la senda.

Somos nada y todo.
Tal y como nacemos, morimos.


* Ausencia elegida *


De vez en cuando la vida, nos reclama, con sus cosas y hay que darle sus momentos.
Nos invita a sus paisajes que están desde siempre, componiendo sus colores a capricho, a la espera de nuestra mirada emocionada.
Y hay que hacer el equipaje, despacio, con orden y dejarse llevar por las horas y los días.
Mirar el mar si se deja, escuchar el vaivén de sus olas turquesas, muriendo al regazo de la playa.
Trazar con el dedo en la arena tibia, corazones y locuras, antes que una ola traviesa los difumine con su espuma.
Cobijarse, a la sombra del mejor árbol de la vida, de los rayos de sol, que nos queman el alma.
Inventar sueños dulces, de besos eternos, que surgen del fondo del mar.
Escuchar el runrún de las tardes tibias, de gente con la prisa del estío.
Mirar el infinito, que parte en dos, el cielo y la tierra, entre suspiros leves, sin más problema, que el de seguir caminando.
Tomar el tren de la vida, porque toca subirse y pararse en ningún sitio, a meditar.
Cerrar puertas y ventanas del pasado y vivir la jornada que nos brinda el presente, que impaciente pide su oportunidad.
Vaciarse del todo, sin contemplaciones, para llenar de savia nueva nuestro interior, que quiere su parcela, por derecho.
Saber que todo puede mejorar, cambiar y que las fuerzas se descubren dentro, que nadie las vende, ni las regala.
Pensar que te pueden echar, incluso de menos, cuando no estás y cuando faltas de los rincones, en los que siempre andas, soñando y plantando las tímidas violetas, en soledad.
Y se vuelve, después del silencio, a tus amigos, que te intuyen, después de la ausencia elegida.

Siempre que una desaparece, de forma inesperada, vuelve.

* Mis queridas violetas *


Un pensamiento, fiel a mis despertares, rompió mi sueño en dos, cuando empieza mi mañana.
Alteró mi pulso en letargo, al sentarse delante de mi memoria y cobrar vida, con la claridad del cielo tan azul, como su tímida mirada.
Traslada al hoy mis melifluos recuerdos , cuando asalta mi sosiego, invadiéndolo todo con su presencia de luz.
Por más que lo alejo, acude presto, vivo, sonriente y reservado a mi espejo, mientras lo nombro a gritos, en mis adentros.
Instalado en el rincón más preciado de mi recuerdo, reposa, fiel a mis ruegos de mujer.
Horas, minutos, todos, ahí, en presente amable, sigue. Sin irse, ni quedarse, ni viene, ni va, sólo calla, siempre, persiste en secreto dulce.
Es un libro abierto, con páginas en blanco, portada de suspiros frescos y carátula de incertidumbre, en medio de una senda que no acaba, en la vida de su vida.
Es una canción de bellas melodías, en corcheas y silencios, sin destino ni por qué.
Es el cielo en azules, es todo para mí, desde que llegara.
Es el viento que place a mi alma, que le nombra, sin respuesta. Cada día me despierta, me llama, me gana, en mi contienda contra el debo y el quiero.
Me nombra con su letra y la cadencia de sus tempos. Me acerca y me envuelve en el espacio, sin que pueda resolver, ni una sóla de sus dudas.
Me faltan sus abrazos de mediodía, como desafío a mis anhelos, en consuelo a mi agonía.
Me nacen lágrimas que ruedan libres, de mis ojos a mis manos, que los enjugan.
Y le extraño todo, como el cielo a las estrellas, en las auroras, cuando el sol las oculta.
Me conformo, porque no viene a besarme, contemplando a mis queridas violetas, tan delicadas ellas, como mi nostalgia.

Él, su ausencia elegida, es el delirio de mí misma, cuando ordeno mis pensamientos.

* Hasta que vengas *


Cuando el viento acaricia mi corazón, cuando duele en mis adentros tu memoria, quiero que seas sólo tú, quien lo acaricie, como anhelo.
Que si ausente eres de mis labios, miedo tengo de que me falten, pena siento de que no me beses, cuando te llamo, sin palabras.
Cuando no siento tu calor, cuando creo que me amas, cuando te tengo en un sueño de fantasía, quisiera que fueras tú.
Mi vida está sola sin tu luz, en mis pensamientos vuelas y sonríes, allí reinas majestuoso, como yo quisiera, desde que te sueño.
Estás en ellos, risueño, tierno y delicado, con mis manos en las tuyas, paseando por jardines que no existen, sino en mí.
Yo sé que un día entraré en tu vida y te daré mi corazón, como quisiera.
Sé que mucho tiempo ha de pasar todavia, que he de esperar con mi paciencia, a tu tiempo.
Sé que cuando en mis abrazos te fundas, conmigo, nadie ni nada te apartará ya de mí.
Tú eres mi destino, desde el día que te ví, en esta vida o en otra, si existe.
Mientras tanto viviré esperándote, para ofrecerte lo que sólo tú y yo, sabemos bien.
Eres mi gran amor, mi amanecer, mi cielo y mi felicidad.
Si no eres tú, no quiero más buscar, porque eres "mi él", estoy segura.
Siempre supe que eras tú, porque te presentí en otro tiempo y sin querer y despacito me enamoré como una niña.

Siempre tuya vida mía, hasta que vengas y me ames, como quiero yo.

* Dama de chat *


Un sábado cualquiera, sin tener en cuenta el almanaque, con el aburrimiento por montera.
Con la decisión de un soplo de aire fresco, decidió la dama navegar, sin velero, sin sombrilla de playa, ni razones.

Apareció de repente ante cientos de ojos, que escudriñaban su torpeza femenina, decidiendo lo elegante, ante lo vulgar, tomando lo cortés y deshechando lo supuesto.

Para amenizar, como solía, eligió sus canciones, todas del amor que nunca tuvo. Amores eternos, con luna llena sobre la playa, en el ocaso de su día.
Violines dolientes adormeciendo las penas de su corazón marchito.
Traveseras juveniles taladraban las pocas ilusiones, que apretaban contra su pecho de mujer.
"Si tu te atreves", - escuchaba.
El paraíso estaba ahí mismo, justo delante de sus ojos tristes, paseando lentamente el devenir de un amor mágico, recien nacido para ella, la princesa más bella.
Y su corazón floreció de nuevo, o por vez primera en realidad, ante sus ojos absortos, galopando estremecido.
La noche fué tan hermosa como jamás pensara.
Él invadió sus sentidos, poco a poco, de una forma inusitada, sin permisos, ni razones, dijo que la quería y que, como nadie, había sido capaz de enamorarle.
Derramó su alma, su vida, sus sueños en pos del caballero, que le había robado el corazón, sin su permiso.
Le amó a escondidas, despacio y con la prisa de la vida por vivir y dijo sí ante sus ojos.
Pudo ser y fué la más dulce y la más perdida, entre los suspiros de las noches de confidencias y te quieros.
Amó hasta la locura y quiso darle forma, color y paisaje a ese amor de caramelo.
Ser la princesa en sus brazos de aire era tan fácil, como la vida que, coqueta mostraba una melodía: -"Dios como te amo".
Amó largo tiempo, desde su atalaya, sin verle si quiera una vez.
Desde el horizonte de sus penas, con el anhelo roto en mil pedazos de suspiros quedos, nada tuvo, en realidad.
Y dijo adiós con un beso de colores, al amor de sus amores, para siempre.

* Mis manos *


Voy a poner tus manos entre las mías
y las cobijaré con la suavidad de mis caricias,
para que sientas mi sonrisa
palpitando entre tus pulsos.
Las acercaré a mis hombros,
para que descansen, mientras te abrazo,
con la delicadeza de mi primera vez contigo
y el rubor de este momento que nace,
porque es nuestro.
Rescataré el sonido de tu voz, cuando la bajas,
acomodándola en el rincón exacto de mi memoria,
ese lugar que es sólo tuyo y mío.
Tomaré tu cara, entre mis dedos
y besaré tu frente,
para que grabes en tus adentros,
lo que mis labios dicen.
Callaré,
esperando tu respuesta,
con mis ojos entornados.
No hará falta ya,
palabra alguna,
que llegue y añada
al amor algo más.

* Te extraño *

Te extraño,
como tantas otras veces.
Me duelen tus silencios,
cuando me invaden,
en las noches de mis días.
Imagino tu trajín,
en la vida que nos toca,
quizás algun instante,
asalte tu memoria.
Asumo que me queda,
la esperanza de tu tiempo,
que no es el que vivimos,
cuando queremos.
Percibo que no puedes.
Tu alma aún reposa,
entre recuerdos que duelen,
en tu memoria elegida.
Invento mañanas,
sabiendo que no existen.
Procuro sueños,
dudando si los quieres.
Escribo sola,
sin más realidad,
que la que siento.
Suspiro ahora,
sin otro menester,
que me respondas.
Y callo siempre,
aunque me digas,
que no puedes
extrañarme, todavía.

* Le espero *

Aguardo a un amor,
bello y definitivo,
que no es uno,
sino es él, mi él
y cuando llegue.
Espero lunas y soles,
tejo amaneceres de besos,
de vainilla y madrugada,
siento melodías infinitas,
en mi alma adormecida,
suspiro lento,
en la vida de mi vida.
Le invento sin su rostro,
le escribo sin su nombre,
le siento sin sus pasos.
Le quiero sin su amor,
le hablo sin sus suspiros.
Le sueño sin sus caricias,
le espero desde siempre,
hasta que él, en su momento,
me descubra y me elija,
por amor.

* Los macarras de la moral *


Ellas y ellos, los macarras de la moral son y van por la vida con intrigas, embustes y una vida, para ellos transparente, presumiendo ante la concurrencia, que les soporta, con la paciencia de santos con peana.
Exigiendo la razón para sí mismos y no escuchando otra opción sino la propia, sientan plaza, dominando la situación hasta el ridículo extremo, debido a su ignorancia supina y manifiesta.
Suelen jactarse de una inteligencia que no poseen, quieren ser los primeros, que no mejores, en todo y no vacilan es manipular conciencias, a la menor oportunidad.
Requieren constante atención de sus espectadores, juzgando implacables unas actitudes, inventadas por su mente aburrida y su vida vacía.
Son vengativos y persiguen a su presa u objetivo, de forma tenaz, hasta vencer su ánimo y conseguir la huída, que consideran como victoria personal, acrecentando su ego.
Carecen de la compasión y la empatía, con lo cual, sus actos, comentarios y acciones, pueden llegar a ser de una crueldad extrema.
Son tacaños en extremo, dan como privilegio, las sobras de lo que no quieren, ni necesitan y lo echan en cara, constantemente,incluso durante años.
Su autoestima, aparentemente alta ante los demás, oculta una gran insatisfacción personal, tienen grandes carencias afectivas y llegan a creerse un rol o personaje de docente o salvador social.
Gustan de mezclarse y relacionarse con gente selecta, creyéndose que son, incluso superiores en su propia realidad.
Su cobardía les lleva a realizar sus acciones, a escondidas, son grandes hipócritas y pretenden parecer perfectos ciudadanos/as, con vidas tan limpias como una patena.
La envidia forma parte de su diario, por hechos que, a veces, no tienen justificación. Eso sí, sólo a personas iguales a ellos, jamás inferiores o superiores, ni de tiempos pasados o personajes históricos.
Inventan a placer, especulan con desvergüenza, tergiversan con saña, difaman sin contemplaciones, con falacias que acaban creyéndose como verdades.
Verdades, claro, según estos personajillos, tan cómicos, de la doble moral.

* Y si... *

Y si no te tengo,
¿por qué te espero?.
Y si me tienes,
¿por qué me esperas?.
Y si te llamo,
¿por qué te acercas?.
Y si te busco,
¿por qué te dejas?.
Y si te ausentas,
¿por qué te pienso?.
Y si me piensas,
¿por qué no vuelves?.
Y si me extrañas,
¿por qué lo callas?.
Y si lo callas,
¿por qué te engañas?.
Y si lo sientes,
¿por qué lo niegas?
Y si me quieres,
¿por qué me quieres?.

* Sé *

El amor nace dentro,
de un corazón silente,
crece y reclama suave,
hospedaje en tu reino,
de suspiros y deseos.
Precisa tu licor dulce,
de besos engarzados
uno a uno, con los tuyos.
Mi lengua cantarina
pide asilo en la tuya,
pues tus abrazos nido son,
de mis amores de princesa.
Sé el árbol de mi locura,
sé la respuesta a mi proclama,
dáme cobijo en tus sueños,
concédeme un lugar en tu locura,
que mis ojos sean tu espejo
y mi pecho tu descanso.
Sé mi amor,
sélo ahora,
porque yo, mi vida,
te esperaba.

* Faro de noche *


El faro de mi puerto,
es firme y señal inequívoca,
para los barcos que navegan,
para las barcas y las sirenas.
Es un haz de luz tenue,
vivo y en vaivén sin pausas,
que llega y se queda,
en medio del azul del mar,
donde nadie  más alcanza.
Es el refugio de mis zozobras,
el fulgor de mis noches,
el final del marinero,
el principio de unos besos.
Es la morada de mis sueños,
la brisa de mis tiempos,
la sinrazón de mi agonía,
y el motivo de mis desvelos.
Es el guía fiel de mi ojos,
aplaca mis mareas interiores,
es el susurro a mis dudas,
el final de mi viaje.
El faro de mi vida eres tú,
la esperanza de mis olas,
la meta de mi navío,
el refugio de mi cansancio.
Nunca apagues tu luz,
ilumina siempre mi camino,
sin tu haz tierno y brillante,
acabaría sola y a la deriva.

* Tu café *


Vienes con una sonrisa,
me invitas a saborear,
dos cafés con su cuchara,
en tus manos, recién hecho,
para los dos amores,
con encajes y bandeja.
Café amargo, lo justo,
dulce de azúcar moreno,
me sabe a cielo,
como tu boca tibia,
a mi encuentro,
con tus labios,
cuando me besas.
Café a media tarde,
a cualquier hora,
con besos de azúcar,
pero contigo siempre.

* Soneto inesperado *




Soneto


Llegaste, inesperada, hasta mi espejo

y en el azogue de su brillo frío

sentí latir tu corazón. Y el mío

se encendió de color por tu reflejo.

El sentimiento confluyó parejo

y en la esperanza nueva de mi estío

se fundieron las gotas de rocío

que ya me acompañaban en cortejo.

Pero tu imagen se asomó a la luna

del bruñido cristal. Y vi quien eres:

rubí de mis desvelos y laguna

en donde nadan libres pareceres.

Y te has quedado aquí, como ninguna,

trocando brumas en amaneceres.

* A fuego lento *


Mi mejor poema y para él,
ha de llegar,
mientras tanto bulle,
bulle sin descanso,
despacito y en mis centros.
A fuego lento,
con calor adecuado,
con ramitas de romero fresco,
cocinado con salsa de pasión,
una pizca generosa,
de besos de miel y menta,
dos tacitas de abrazos sin prisas
y tres noches en tus sueños.
No debo olvidar,
que este dulce manjar de dos,
sólo será probado,
cuando él me encuentre,
mirándome a los ojos,
y a su tiempo exacto,
pronuncie en mis oídos
lo que yo, de él espero.

* Quiero *

Quiero que seas tú.

El rey de mi morada,
el principe de mi corazón,
el galán de mis ensueños,
el motivo de mis sonrisas,
el sonido de mi despertar,
la horma de mi chapín.
Quiero que seas,
el lugar donde te busque,
el tono de mi mirada,
la melodía de tus suspiros,
el dibujo de mis pasos,
el norte de mi sur,
el aroma que prefiero,
el amanecer en mis noches.
Quiero que seas la razón,
de mis locuras y certezas,
la primavera de mi estío,
la valentía de mis miedos,
el futuro de mi presente,
que seas tú,
la lectura de mis ojos,
los labios de mis besos,
y mi equilibrio.
Que seas siempre.
Que seas sólo tú,
porque te quiero.

* Tentación *


Vengo de afuera,
con la prisa que me marco,
pensando en tí,
tantas horas extrañándote
y por fin te abarco,
te tomo y te despojo,
de tu ropa,
innecesaria ya.
Te acerco a mis labios,
tan despacio como sé,
o como soy capaz,
al retenerme,
te sujeto con la ternura,
de un niño dormido.
Invento el aroma que destilas,
comparándolo con ninguno,
respiro tu perfume que me atonta,
te contemplo con ojos vivos.
Y me decido a saborearte,
lenta y pausadamente,
me encanta el color que te traes,
cada día diferente,
todos por mí,
tú conmigo, yo por tí.
Una dulzura sin par,
asola mis sentidos,
todos ellos,
obligándo a deslizame,
por la gula de tu entorno.
Me rindo ante tí,
tentación.

* Cómo *


Cómo puedo adivinar
el sabor de tus besos,
cómo puedo sorprender
la tortura de tus silencios.
Cómo hacer para que sepas,
cuánto quiero tus abrazos,
que me muero, en mi lado,
que te quiero sobre todos.
Cómo es tu mirada en celo,
cómo son tus ganas locas,
cómo deleitas tus sentidos,
cómo serían tus pasiones,
de llevarme de tu mano,
al edén que yo presiento.
Tenerte rendido y citarte
besarte sin prohibiciones,
amarte sin condiciones,
¿cómo hacer?.
Es un secreto que te quiero,
es un hecho que te amo,
es un sueño, el que te desee
y una locura, el que
con tu amor, me amarás
algún día.

20.10.10

* ¿ Bailamos? *


¿Bailamos cielo?.
Ven, acércate a mí.

Pon tus manos en mi talle,
que yo posaré las mías,
enlazadas a tu cuello.
Pega tu mejilla a la mía
y volemos juntos,
con los ojitos cerrados,
a un lugar que nadie sabe,
ese será nuestro refugio,
para amarte sin medida.
Si te atreves a soñar,
allí besaré tus labios
y con la suavidad de mi entrega.
Seré tan tuya como quieras,
derramaré mis ganas,
en tu cuerpo que me llama,
querré morir contigo,
en tu cielo de locura,
detendré el reloj,
olvidándonos de todo.
Volar con tus abrazos,
mi vida, contigo amor,
a ese cielo que sabemos,
Tú mi ángel y yo tu magia.

19.10.10

* A ciegas *


Porqué este querer me consume,
porqué te siento de cerca, tan lejos,
porque en tus manos,
marionera fuera,
si tu me quisieras,
un día sólo,
de todos los tuyos,
tan sólo una vez.
No tienes que amarme.
A ciegas, lo elegí yo,
desde que tú me miraste,
sin tener indicios,
de tu parte, nada,
amarte fué mi delirio,
mi sino y castigo,
mi corazón te eligió.
LLevo mi martirio sola,
no hay amor como esta gloria,
de estar queriendo sin tí,
en mis noches, sin tu fuego,
en mi cuerpo, sin tus manos,
en mi suerte, que es la tuya,
en mi vida, que eres tú.
Mi corazón no me miente
y a tu caridad se rinde,
que te amo sin razones,
que te quiero, porque sí.
Sin pedirte tan siquiera
que en mi vida y en mi cuerpo,
sientes plaza y te abandones,
que huérfana me siento,
sin la daga de tus besos,
sin el roce de tu cuerpo,
sin todo de tí.
Soy, corazón de mis desdichas,
una rosa de estío,
que vive sola,
en la muerte y sin tí.

* Leo *



Leo, cuando no estás,
te imagino cuando te pienso,
vuelo por tí a tu cielo,
vienes por mí,
a mi espacio,
que es el nuestro.
Te siento muy cerca,
tanto que casi te toco,
tu resuello en mi pelo,
cuando me abrazas,
tu agonía me invade,
cuando me ganas,
mientras me amas.
Leo, y me distraigo,
leo y vienes,
inudas mis sienes,
parcelas mis besos,
sosiegas mis ganas,
abres mis labios,
con tu ternura infinita
y te cobijas, conmigo,
en vergel loco,
de fantasías.
Leo, y todos eres tú,
único y mío,
galán de antaño,
seductor de mi estío,
juventud en mis deseos,
azul en mis sonrisas,
amor en mi deseo.
Quiero leer,
pero en tu pecho,
mientras me acunas,
con tus caricias,
en mis puntos cardinales.
Leer en tu corazón,
que por mí late,
con la ternura del niño
que llevas dentro
y la pasión desmedida
del hombre, que me enloquece.
Leer en tu vientre,
deslizándome como una gata,
por tu llanura suave,
hasta el final de tu capítulo,
mientras leo,
cuando me faltas.

18.10.10

* Me mirabas *

Tú, siempre estuviste,
me mirabas de lejos,
sin que yo te advirtiera,
desde tu atalaya,
sin que yo lo supiera.
Sentía una mirada intensa.
ignorando su patria,
me preguntaba siempre,
preguntaba:¿ quien?.
Y sólo el silencio.
siempre silencio,
ni voces, ni eco,
silencio eterno.
Pero tú,
con tus ojos de sueños,
desde tu atalaya,
besabas mis pasos,
acariciabas mi noche,
y yo, no lo sabía.

* ¿Recuerdas amiga? *


¿Recuerdas amiga,
cuando tu mano tendiste,
a mi alma perdida?.
¿Recuerdas, cuando,
tú me reñias suave,
para que no me doliera?.
¿Recuerdas, niña,
que me avisaste siempre,
que mi alma cantarina,
debía guardar de los peligros?.
¿Recuerdas esos días?.
Yo, siempre.
Estuviste ahí,
como un centinela firme,
por fuertes que fueran los vientos,
ahí siempre estuviste.
Recuerdo todo,
tus quejas, avisos,
sonrisas y ánimos
en derroche leal,
sin pedir nada a cambio.
Recuerda amiga,
que yo, te debo mucho,
mi ser, mi estar,
mi llamarme y mi parecer.
Que, sin sonrojo,
al viento pregono,
que tu lealtad y tu tiempo,
es oro para mí.
Que cuentes conmigo,
no una, ni dos,
sino siempre.
Que estoy, en silencio,
que te quiero amiga,
que tu sabes, de todo,
y de mí.
Recuérdalo siempre,
eres y soy tu amiga,
nunca dudes, porque yo,
estoy, a mi modo,
contigo.

A mi AMIGA,
que tanto me ayudó a remontar
y a salir volando,
con mis alitas de cristal,
fortalecidas.

* Qué decir *


No sé qué o cómo decir,
cuando te siento cerca,
no puedo sino entornar los ojos,
y cerrarlos, esperando que me beses.
Las palabras se silencian,
me abandono a tí,
colgada de tu cuerpo,
mi mente se pausa y
mis sentidos se despiertan,
con los tuyos.
Besos tibios, me brindas,
uno tras otro, sin esperas,
abrazos con suspiros,
letanía de susurros.
Vaivén de sensaciones,
tanto tiempo dormidas,
en un corazón renacido,
cobijándome en tu pecho,
muriéndome en tus ganas.
Gritos quedos de amor y deseo,
en el otoño de mi espera,
caricias, tiempos y noche de luna.
Qué decir...¿qué?

Nada.

* Los gorriones *


Estoy aquí, en otra tarde más.
Aún se oyen los gorrioncillos afuera, el runrún de unas ruedas sobre el asfalto, un niño correr a toda prisa detrás de una pelota multicolor.
Sigo aquí, con el ladrido lastimero de un perro, que reclama a su amo.
Risas de madres jóvenes, dichosas ellas, con todo por vivir.
Puertas que se cierran, de golpe, abajo, quebrantando mi retiro.
Y a mi alrededor próximo, el silencio me acoge, quietud serena que transurre plácida mientras suspiro, sin saber porqué.
Pienso en lo bello del día, en la brisa que choca en mi cuello, despejado.
Remuevo mi alma y la calma sigue ahí, presente y sin cambios.
Sin noticias que alteren los pulsos de mi estío.
No sé de él, si viene, si va, si piensa en mí, si me extraña tan sólo un poquito.
Sólo pienso en su voz melodiosa, inventada en mis sueños.
Recreo escenas que nunca existieron, llenas de besos de mil sabores, abrazos locos que daban paso a miradas tiernas y a un amanecer sin descanso de amores.
Locuras todas,deliciosas, en una tarde, sin más compañía que unos gorriones, que alegran mi tiempo, sola.

* Hilo y cometa *


Apenas acababa de dejar su voz en el auricular, pero esa sensación dulce de almíbar, en su alma, siguió mucho rato.
Él sabía cómo hacer cosquillear su interior, de forma tan delicada, que transformaba de inmediato el entorno, hasta hacerlo desaparecer, sólo eran dos voces contra el mundo.
Dos voces llenas de cariño, absorbiendo cada palabra que se decían, coloreando las ilusiones con un perfume de ilusión bendita, en pos de un encuentro que llegaba, día a día, hasta el definitivo.
Ëste de hoy, el que ella tantas veces quiso visualizar, desde su lado, dotándolo de mil detalles, para que fuera perfecto, con el desasosiego del "qué vería él con sus ojos azules".
Y llegó ese día, para ambos, el de su niño y el de ella misma.
Sería sólo presente, sin más, trataría de ser lo que parecía, presentarse ante él, a su cita, con mil preguntas en sus ojos, con palabras, suponía, atropelladas, al principio.
Sabía de lo definitivo del encuentro, cabiendo las dos posibilidades.
La de un único café y una despedida precipitada, con cualquier excusa o, por el contrario que se diera o se continuara la magia entre ellos, desde aquel bendito día, primero.
Ella no hacía planes, lo decidió, por prudencia y con él.
Confió de inmediato en su palabra. instintivamente y desde el principio, ignorando que, meses después se verían.
Días anteriores a su cita, mientras hablaba un lunes con él, se refugió en un recoveco de un escaparate, para buscar la intimidad de su voz.
Al dejar con pena sus susurros, se quedó pensativa, sola, sin él y el lugar tornó, como de costumbre, a su realidad doliente.
Un maniquí, erguido ante ella, tras el cristal le guíño un ojo (eso decía ella-mujeres-), vestido para la ocasión y para la de su caballero.
No dudó pues, en probarse ese modelo, sencillo, de entretiempo, otra vez con flores delicadas, como las de su jardín.
Lo pagó y desapareció del escenario.
Estaba algo insegura de si a él le gustaría, ignoraba sus gustos, pero puso el corazón en ello y eso bastaba.
Cada día, quedaba uno menos para verle, sentía mil cosas, curiosidad, esperanza y quería verlo, definitivamente.
Para ella, era distinto, leal, bueno, cariñoso, educado y caballero y por eso siguió, hasta el punto que se encontraban.
No sabía muchas cosas de él, no importaba, tenían tanto tiempo! Pero se buscaban el uno al otro, como el hilo y la cometa.
Ella volaba con él, juntos hasta el cielo brillante, donde la solía llevar, sin importar quien era cometa y quien cordel.
Unos días, apenas, restaban entre ellos, para que tanta distancia entre ellos fuera cercanía, sonrisas y preludio de lo sublime.

* Quisiera *


El vuelo bajo,
cuando el horizonte es incierto
duele en el centro del alma,
y nada ni nadie calma
ese dolor tan dulce
que produce la ausencia
de quien más se quiere.
Desde mi lado, quisiera poder llenar
con mi presencia el vacío,
mirarte en puro silencio,
sin que apenas me advirtieras.
Tender mi mano tomar las tuyas,
mirar el cielo, aspirar el frío
y contar una a una las estrellas,
envolverme en la noche
y mirarte embobada, dormido.

* ¿Operacion... kilos? *


Juventud, divino tesoro.
Hijos que tienen, a veces cosas de bombero.
Actitudes inexplicables, que vaticinamos, consentimos, soportamos y cuando se producen, nos abstenemos de decirles nuestra opinión, para no herir sus sentimientos.
La historia mía es real, de mi princesa de diecinueve años.
Yo pienso que es preciosa, pero ella me dice que no, que si la cintura, que si la ropa, que si el tono del pelo... en fin que cuando se queja, tiemblo.
Siempre y por estas fechas, empieza a comentarme que su armario está vacío de ropa, que le sobran kilos aquí y allá y yo, me sonrío, le digo:
- ¿que te sobran? mira a tu madre, que los llevo como un paso de semana santa y me encanto.
Coincide, con su decisión de ir a un gimnasio, "en serio", como dice ella.
Así pues, se matricula y la primera semana va a diario. Viene claro, molida de haber hecho más ejercicio de la cuenta.
Prepara cuidadosamente cada detalle del conjunto que usará, peinado, toallas, chandall y bolsa a juego, como si alguien tuviera que pasarle revista, no sé.
La segunda semana, decide que irá a días alternos, que sino, para salir con sus amigas, está destrozada y no es plan.
La tercera, va disminuyendo a dos, las sesiones de gimnasio y suele coincidir, "mire usté" con el ciclo femenino, pero en fin.
Y la cuarta, "verídico oiga", hace mutis por el foro y ya no va.
Pasa un mes y el tema se obvia, por prudencia materna.
Así pues y pasado este tiempo y otro poco, pregunto muy suavemente:
- ¿ya no vas al gimnasio preciosa?
Y me contesta:
- mamá, ohú, es que no tengo tiempo, que he quedado.
Mami, que la quiere más que a su vida suspira y calla, armársela es acabar llorando, porque me diría que no la entiendo.
Le doy un abrazo y le digo, princesa, te quiero tal y como eres y yo te veo más bonita que ninguna, por fuera y sobre todo...por dentro.
Una, que es como es, ya no se disgusta, piensa que todos los años por estas fechas, pasa lo mismo y acaba igual.
Acaba digo, en el punto que empieza la temida " operación bikini".

* Por si... *

Aquí estoy,
mirando por la ventana,
por si apareces,
por si me llamas,
por si me extrañas,
por si me sueñas.
Estoy para tí,
estoy para todos,
para quienes me quieren,
para quienes me encuentran.
Para los que me leen,
para los que me escriben,
para quienes me sonríen.


Vine, porque no me fuí,
estoy, porque te espero,
te espero, porque te quiero.
Callo, porque tu silencio me importa,
aguardo, porque esperarte es mi vida.
Lo sabes, lo sé,
estoy, no estás,
no importa.
¡Volverás, lo sé!.

15.10.10

* Estoy *


No me fuí, solo callé, sin excusas.
No os dejé, solo mi cansancio me ganó.
Estoy... estoy.
Pensaba en todos y cada uno,
porque soís tan distintos como los amaneceres
y vuelvo con la quietud del alma,
estoy con la ilusión que me llena, ahora.
Hay días que una no está,
no me lo toméis en cuenta.
Son días que una se emboba,
que debe vaciar para llenar,
de amistad, el rincón del alma.
No me fuí, sólo escogía flores,
pintaba sonrisas y soñaba un poco.
No me fuí... no podría.
Estoy, no una ni dos, sino siempre,
aunque ande escondida en mis adentros...
estoy...siempre.

* Mi baile, contigo *


Estoy pensando en tí, como tantas veces.
Me gusta evocarte, porque es contigo con quien quiero, en medio de compases de una bella canción para dos, a media tarde.
Inevitablememte, la melodía me traslada a tu memoria , derramándose en mi alma que te llama, para el baile tan perfecto que te cuento.
No estás, pero te siento, como si te tuviera frente a mí, mirándome con tus ojos azules, como el mar a mediodía.
Tiendes tus manos, tomando las mías y me llevas en lento vaivén embriangando mis sentidos, abandonada a tí, mientras bailamos.
Estoy feliz, apoyada en tu hombro, meciéndome contigo, en una pista de baile que inventamos los dos, porque quisimos.

Nada temo, estoy contigo y no necesito más que sentir mi pecho contra el tuyo.
Haces que me sienta bella, cuando me miras de frente y me sonríes.
No necesitas pronunciar palabra alguna, mi corazón adolescente te entiende y te sigue, delizándose hacia el tuyo, en calmada espera de tu beso.
Y... bailamos, sí, mi cielo, ese baile que me debes, con un baile de boleros y de besos de vainilla.
El que elegí para tí, en esta tarde que me faltas.

* Despedida *


Llega la hora de tu partida,
esa que temo tanto, cuando llega.
Lejos, muy lejos de mí,
más que habitualmente,
te vas, como otras veces.
Sé que te vas, mañana.
Pensaré en tí, como siempre,
pero con una pena más honda,
porque no voy contigo y porque me faltas.
No podré sentarme a tu lado,
cuando te acomodes entre los viajeros,
como desearía.

No tendré mi mano asida a la tuya,
no podré mirarte, ni acurrucarme en tu regazo
y me duele muy adentro, tu ausencia necesaria.
Te vas...y yo me quedo,
huérfana de tí y de tus sonrisas.
Sola y sin tu llamada,
esperando en días de inacabables silencios,
hasta que éstos se extingan, a tu vuelta.
Me quedo triste, lo sabes,
con la esperanza de tu regreso a mi existencia.
No te apenes...no, cariño mío.
Quiero decirte algo:
Llevas mi corazón entre las nubes que surcas,
mis sonrisas en tus recuerdos.
Te dejo mi duermevela,
entre tus sueños de perfume de flores
y mi cariño con tu equipaje, por la vida...de tu vida.
Y...vuelve pronto. Yo te espero, siempre

* Vengo *

Vengo porque sé que me lees,
escribo porque sé que sonríes,
digo porque sé que escuchas,
y me pregunto:
-¿ Cómo hacer para hacer más liviano
aquello que te tiene tan triste?.
Cuéntame despacito, si quieres,
tengo todo el tiempo del mundo,
en el sitio que tú digas.
Déjame pasear contigo sin más,
por el sendero que tú elijas,
si no tienes ganas no pronuncies palabra alguna,
tus silencios los conozco.
Aquí, estaré, vigilando por si llegas,
aquí siempre, ya lo sabes,
porque...por tí asomo.