29.5.12

* Mi pecado *




¿Cuando me toca a mí y vienes a mi mundo?

Habrás guardado en un baúl aquellos momentos en que nos reíamos de la vida y se nos pasaban las horas sin pensarlo, seguramente.
Quizá tu vida ahora es otra muy distinta y yo ya no soy necesaria en tu camino en este tiempo.
Ó no pude darte lo que esperabas de mí, en aquel momento que sólo te escuchaba, sin pedir nada para mí.
A lo mejor tu tristeza o tus tropiezos pasados cambiaron a sonrisas y mi lugar contigo ya es de otra persona.
Hablarás en baja voz de tu suerte, de tu rabia, de tus sueños en otro lugar, mirándote en otros ojos, lo sé y lo entiendo.

Si te acuerdas de mí en un rato de descanso, dedicame un minuto desde tu olvido y tráeme una flor de tu jardín.
Pienso en tí, todavía.
Te esperé al borde de mi camino, una y otra vez, sin sentir tu presencia en el horizonte.
Quise hablar y decir tu nombre, hacer que volvieras de repente, pero guardé un silencio cauteloso, en el rincón al que me obligas.
Esperé lunas y soles, con calor y frío en el alma, te esperé siempre, con mi equipaje dolorido.
Te regalé  mil espacios de ternura, únicos y bellos , perfumandolos con mi presencia y mis sonrisas y no tengo nada de aquellos días.

Ni risas quedan, ni charla alguna, ni nuevas tuyas, no tengo nada más que silencio.
Un silencio que me araña todavía, que pregunta por tí.
El olvido que sospecho, me mata con su ironía.
La razón se calla y la esperanza se va a volar a un sitio que no encuentra reposo.
Pasaron los días, demasiadas preguntas solas en el aire.

Camino descalza, como al principio, sin saber cual pudo ser mi pecado.



8 comentarios:

  1. Nuestro mayor pecado a veces es confiar demaciado en la gente, entregarles nuetros sentimientos y depender de ellos para sentirnos felices. Un placer leerte, bendiciones

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  2. Nunca pense,nunca crei. Pero ahora ya pienso y creo. Creo en las palabras bien dichas, bien escritas . Aquellas que se deslizan en mi alma removiendo recuerdos y sensaciones que creí olvidadas
    . Lo he dicho mol veces s cien personas leen este relato. Las mas se sentiran de alguna u otra manera identificadas. Sigue asi querida Ines,las personas a las cuales has conquistado a traves de tus relatos (incluida yo)necesitamos de ellos como alimento diario para poder llevar esta vida que nos toca. Es como entrar en un tunel del tiempo y leer lo que quieres leer. No dejes de hacerlo se te necesita






    aquellas que hacen remover cualquier recuerdooen el rincon mas oscuro y profundo de mi

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  3. La vida continua, el pasado no ha de volver y el dolor de recordar, solo es eso, dolor.
    Tu poema me movilizó.
    Un abrazo.

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  4. Querida amiga, expresas muy bien los sentimientos, ayer eran de amor, ilusión y esperanxza y hoy de decepción, perplejidad y amargura.
    Pero no hay pecado, solo el devenir del tiempo, no te preocupes, siempre amanece de nuevo y comienza un nuevo ciclo.
    Y, pase lo que pase y a pesar de todo "...siempre quedará Paris" como dicen en Casablanca.
    Saludos
    Salvador

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  5. solo puedo decir una cosa ¡Eres maravillosa!

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  6. Sólo puedo decir una cosa, por tu manera magistral de escribir ¡Eres maravillosa !

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  7. Querida Inés, un abrazo "pecadora"...
    Leí una y mil veces éste poema, y después de meditar y dejarme llevar, caí en la cuenta de un par de cosas...

    La primera es que sabes transmitir cuando escribes poesia, que llegas muy adentro, también que lo que escribes además de sencillo lo haces bello y que lo firmas con sangre y sensibilidad.
    Lo segundo...es que "mi pecado" quizás haya sido no haberte conocido antes....

    Seguiré "centrifugando" a ver si te vuelvo a encontrar, ya que éstos dias no he podido dar contigo...
    Cuidate...y gracias por el inmenso regalo de tu palabra y de tu vida...

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  8. Inés:
    Al leer tu poema dos pensamientos diferentes acudieron a mi mente.
    El primero de ellos es que nadie escribe sobre algo que no sabe, por lo que tu texto gana en la sensibilidad del sufrimiento conocido. En él se deja entrever la pena y el injustificado sentimiento de culpa. Está escrito desde el corazón.
    El segundo, seguido inmediato al primero, fue una reflexión de vida: en nuestra primera etapa, caminamos por la vida sin saber dónde pisamos, lo nuevo de tal experiencia nos hace valuar en demasía acontecimientos nimios: por inmadurez no llegamos a percibirlos en su total dimensión y por ello, creamos falsas expectativas. Luego, ya ganada la experiencia necesaria, algunos encuentran lo que buscan, mientras que otros, los desdichados, solo se calman con cariños del momento.
    Un saludo de esperanza.

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