27.6.11

* Ausencia elegida *

De vez en cuando la vida, nos reclama, con sus cosas y hay que darle sus momentos.
Nos invita a sus paisajes que están desde siempre, componiendo sus colores a capricho, a la espera de nuestra mirada emocionada.
Hay que hacer con mimo el equipaje, ordenando las ilusiones y dejarse llevar por las horas y los días.
Mirar el mar si se deja, escuchar el vaivén de sus olas turquesas, muriendo al regazo de la playa.
Trazar con el dedo en la arena tibia corazones y locuras, antes que una ola traviesa los difumine con su espuma.
Cobijarse, a la sombra del mejor árbol de la vida, de los rayos de sol, que nos queman el alma.
Inventar sueños dulces de besos eternos, que surgen del fondo del mar.
Escuchar el runrún de las tardes tibias, de gente con la prisa del estío.
Mirar el infinito, que parte en dos el cielo y la tierra, entre suspiros leves, sin más problema, que el de seguir caminando.
Tomar el tren de la vida, porque toca subirse y pararse en ningún sitio, a meditar.
Cerrar puertas y ventanas del pasado y vivir la jornada que nos brinda el presente, que impaciente pide su oportunidad para abrazarnos con ternura.
Vaciarse del todo, sin contemplaciones, llenar de savia nueva nuestro interior, que quiere su parcela, por derecho.
Saber que todo puede mejorar, cambiar y que las fuerzas se descubren dentro porque existen y que nadie las vende, ni las regala.
Pensar que te pueden echar incluso de menos, cuando no estás y cuando faltas de los rincones en los que siempre andas, soñando y plantando las tímidas violetas, en soledad.
Y se vuelve, después del silencio, a tus queridos amigos, que te intuyen y te esperan, después de la ausencia elegida.
Siempre que una desaparece, de forma inesperada, vuelve.




- Nota:  
Este escrito es de hace unos meses, pero hoy me apetece meditarlo de nuevo y que cobre vida.




2 comentarios:

  1. A tí lo que te pasa es que te vas de vacaciones ya (o que te hacen falta como a mí).

    Descansa, guapa, tómate el tiempo que te haga falta y ya sabes, si me necesitas silba (esto sin connotaciones sexuales, jaja, por si las moscas).

    Besos

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  2. A todos nos viene bien desconectar unos días del trabajo y las preocupaciones diarias.
    Yo tengo la suerte de vivir junto al mar y de disponer de mi barquita que -auque ya un poco vieja- me permite alejarme del barullo de la playa e ir a tomar el sol, leer o simplemente no hacer nada a un par de millas mar adentro anclado en un banco de arena.
    Alli puedo practicar el nudismo y bañarme con algunos peces alrededor (de los que no muerden..!)
    Pero cada año me gusta ir tambien una semanita a la montaña, el Pirineo Aragonés o Catalán (con sus magníficas iglesias pre-románicas) o la parte francesa con los antiguos castillos cátaros, pero tambien los montes de Teruel y Cuenca, la serranía del alto Tajo o el Maestrazgo con sus pinos albares.
    Los bosques tambien nos ponen en contacto con la naturaleza y recargan las pilas del espíritu.
    Muy buenas vacaciones a tod@s.
    ¡Ahora, con eso del internet movil, no tendremos que interrumpir la comunicación!
    Por favor, sigue escribiendo esas cosas tan bonitas.
    Con afecto.
    Salva X

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