1.6.11

* Me faltas *

Siento que si me faltas, no me salen las palabras,
que no es lo mismo sin tí, que contigo.
No suena igual la lluvia en el cristal, si no estás conmigo.
Que, cuando la tarde se retira, me quedo más sola en la penumbra de mis noches, sin el cobijo de tu pecho.
Pienso en tu mirada en azules, en un café de horas frente a tí, en besos de vainilla, colgada de tu cuello.
Y... me extasío en esos sueños, porque son contigo, juntos y solos.
Te echo tanto de menos, que mil suspiros nacen de mi alma, pensando en tí, como ahora mismo.

Estás tan presente en mí, que mi pluma escribe sola tu nombre, una y mil veces.
Impregaste de tal forma mi memoria, que un perfume a rosas dejaste, para siempre.
Escribiste tan bello, que a tu canto rendí mi voluntad, en adelante.
Y aquí te lo digo hoy que sin tí. ni pluma, ni rosas, ni papel, me sirven, si no vienes a mi lado, donde siempre te aguardo, en silencio.






4 comentarios:

  1. Tu imagen de ese amor idealizado de ojos azules emociona cada vez. Nunca, bajo ningún concepto, esos ojos serían recurrentes puesto que las emociones que provoca, las letras que te hace sacar son cada día nuevas, frescas, diferentes y, sobre todo, bellas.

    Besos

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  2. Nunca entenderé esta fijación que tenéis las mujeres con nuestra ausencia. Yo, cuando era joven no echaba en falta a Adela. O sí, pero asímismo me acordaba de María José, de Carmen, de Ana la de Barrillos, de Isa, la hija de Anselmo el fontanero y otras chicas más. El amor... ¡ ainssssss !, era como leer un libro, que nos decía don Antonio el maestro. Si no venía Juana, se pasaba la página. Así, uno siempre estaba feliz y enamorado. ¡ Qué tiempos !. ¡ Cuán escaso se me hacía el corazón, para albergar tanto amor como quería regalar !.

    Pasados los años, creo que el amor eran aquellos calentones de juventud, los sarpullidos de la adolescencia. Se asemejaban a una alergia, porque cuanto más te rascabas, más gustillo le sacabas. El amor, deduzco yo, era el alérgeno, ¿ no ?.

    Digo que aquello era el amor, porque bien mirado y bien observadas las amigas de entonces ¡ vade retro, Satanás !. Qué estropicios hace en el arte escultural femenino, el suave destilar de los días. Es como la gota malaya. Implacable lentitud erosionadora de tiempos idos.

    Hoy, donde te amé, te dejo un ramillete de cariño, colgado de lo mejor que tuvimos, los recuerdos.

    ¿Y dices tu la lluvia ?. A mí, ¡ qué quieres que te diga !, me sonaba a fastidio. Nunca le encontré melodía, armonía ni compás a los tic, toc, chas, zzzzzz cuando más que caer, parecía suspenderse del aire el agua, como minúsculas quiragras que entre los dedos se columpiaban. Incordio de tardes pluviosas que no dejaban visitar a las amigas, que traían y les llevaba todo el amor de que era capaz.

    Simpre me gustaron las mujeres que cuando el reloj se me averiaba, te lo ponían en hora, oyéndose únicamente el tic tac de la aguja del segundero, como la banda sonora de la película que protagonizábamos los dos. Como tu, Inés, en silencio.

    Saludos sigilosos.

    Bebe en Cuanto más me sujetas, traslada el pulsar del sístole y el diástole a su boca. Es un placer disfrutarla.

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  3. Intenta escribir aunque te cueste;hay personas que esperan esos relatos para poder esbozar la primera sonrisa del dia

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  4. Cuanta intensidad pones en todo lo que escribes ,y como me gusta .
    No dejes de soñar nunca , y de expresarlo asi como tu lo sientes .Es un placer leerte .
    Besoss

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