9.2.11

* Señor marqués *

Sin pretender igualar a los excelsos periodistas, que se estrujan la mollera, día sí y día también,  con sus artículos tan impecables, os escribo hoy sobre "el marquesado" más reciente, que todos hemos leído en prensa.
Es cortesía  y derecho del monarca conceder, mejor en vida que muerto, este título honorífico a personas con merecimientos demostrados en el campo que destacan.
El protocolo, manda el tratamiento de Ilustrísima al beneficiario del título, a su esposa legítima, si la hubiere y a los hijos que le sucedan a su muerte, por orden de nacimiento.
Este nombramiento es más  importante que el de conde y menos que el de duque.
No les son  otorgados ni privilegios, ni territorios, a los marqueses.
Siguen abonando, de igual modo a las arcas públicas sus impuestos, como cualquier ciudadano que cotice y si, por usar tal título han de pagar algo más, será simbólico .
No es lo mismo que reserve Pérez una mesa en un restaurante, que la reserve el señor marqués.
Menos mal que el marqués, duque o conde los elige el rey de España y es aprobado, supongo yo, por el Estado.
Y es un alivio para quien os escribe que dichos títulos, ni se compren ni se vendan.
Sólo de  pensar que propusieran como marquesa de San Blas,  a la princesa del pueblo, ( llamada así por clamor televidente de los "belenistas") y que tuviéramos que llamarla Ilustrísima doña Belén, me daría idea del dislate del criterio, que concede tal pleitesía.
Los dos marquesados que me vienen a la memoria reciente, elegidos por el rey Don Juan Carlos I de España, son: el escritor peruano, Vargas LLosa  ( por su “extraordinaria contribución, apreciada universalmente”, a la literatura y a la lengua españolas) y el entrenador de la selección española, Vicente del Bosque, ahora marqués del Bosque.
Tengo entendido que el monarca, antes "Su Gracia Real", pregunta al interfecto, de qué querrá  llamarse marqués, dejando a voluntad de elección el sitio físico (o no), de las preferencias del nuevo marquesado.
Me gustó mucho que hayan sido elegidos estos dos ilustres señores y  pasen así a engrosar las páginas del elenco de Grandezas y Títulos Nobiliarios.
Me sorprende, no obstante, que Vargas Llosa, con su dilatada carrera como escritor, no se inclinara por un marquesado más rimbombante, que el de su  propio apellido.
Así mismo Don Vicente del Bosque, pudo haberse llamado Marques Del Mundial, o marqués de La Roja o por qué no, marqués Del Balón.

Todo sea para dar el  toque del esplendor de otros tiempos y aumentar el prestigio del estado crítico, en el que está inmersa a nuestra querida España.
Esperemos que lo ostenten dignamente y que sea para bien, señores marqueses.

* Texto dedicado a una amiga  muy especial :  María *

2 comentarios:

  1. Inés:
    Lamentablemente , sobre éste tema, no puedo opinar, lo veo tan lejano, ésto de reyes y nobles, que me parecen de cuento...
    Un beso, Scarlet2807

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  2. Graciassssssss, yo quiero ser Cayetana de Alba, pero sólo a nivel de su patrimonio, por lo demás me quedo con mi cuerpo, mi cara, mi voz y mis años.

    Besos

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