23.9.11

* Mi cielo *



El cielo que contemplo ahora mismo es  casi del color de la plata, tan sólo unas franjas celestes difuminan su tristeza aparente y sus ganas de soltar las lágrimas retenidas en el vientre de las nubes.
Poco a poco, se van saltando lejos y yo me quedo aquí, pensando en qué soñar, mientras un  aire suave mueve las cortinas que realzan la  estancia donde escribo, con sus cremas, verde esmeralda  y detalles dorados cayendo en cascada por sus pliegues, hasta abrazarse entre ellos.
Lentamente el azul toma su sitio en mi horizonte y las ramas del árbol que da sombra y cobijo a mis gorriones, se mecen sigilosas entre los trinos cantarines y una brisa que suelta sus hojas secas.
Caen inertes sin quejarse siquiera y cubren el suelo de un manto dorado, mientras la mañana desgrana sus minutos ante mis ojos ávidos de algún detalle que ayer se me escapaba.
No se oye nada más, todo está en silencio y me complace que así sea.
Me distrae de mis letras el rugir seco de los coches contra el pavimento, me disgustan los gritos que alteran mi paz interior, me pueden los ruidos estridentes e inoportunos que rompen la armonía del momento.
Me embelesan otros sonidos que acarician mis oídos, sones de baladas y boleros, logrando hacer salir la ternura que poseo dentro de mi alma, esos mismos que acuden a mi boca y la convierten en sonrisa o esos otros que asaltan mis ojos y los impregnan de un brillo único.
Me gusta ver más allá de mi mirada, encontrar motivos y paladearlos, como en este mágico instante que puedo ser la que quiera ser, sin importarme juicios y opiniones.
Adoro las emociones que me confiesan que despierto en quien me lee, cuando viene y se pasea por el rincón de mis sueños.
Son el acicate claro de mi impulso a seguir adelante con mi día, con mi suerte y en esta vida que bulle joven y alegre dentro de mi misma vida.
Quiero ser la que soy, ni me quito ni me pongo notas de violínes, ni flores en el pelo para ser más o menos agraciada, ni oro en mi piel para que me lisonjeen, no lo busco y no lo quiero.
Más bien seguir el camino que elegí, a caballo entre el cielo del tono que elija ser cada amanecer y entre la tierra con su otoño dorado, lejos ahora del mar que me extasia y que tanto extraño.
Soy la que lees, sin papel brillante para envolverme, ni lazo de regalo, sin palabras complicadas y sin melancolía, ni añoranzas soterradas.
Tengo mucho que decir todavía, cuando los sueños sean tan bellos como quiera imaginarlos y acudan a mis manos y a mi mente, para así hilarlos en el tapiz de mi momento, éste al que acudes cuando llamas y te quedas.
Sabes que estoy siempre, aunque no me veas, despierta o eligiendo otros sueños, con dulces canciones de amor, pensando en ti, en mí, en la vida, en el cielo, en nosotros y en todos los que saben arrullar su alma junto a mí.
Y vendré, cómo no a contarte letra a letra, mis cosas, sin planes, sin medias tintas, cómo es mi alma y qué ven mis ojos, para que tú, si quieres lo disfrutes conmigo.




5 comentarios:

  1. A mi tambien, como tu dices, me gusta ver más alla de mi mirada, y hacer de la magia de la imaginación mis sueños, mis deseos, ya que en ese instante es cuando más libre eres para hacer lo que quieras. Bonito texto y siempre que podamos vendremos a leer tus letras y arrullarnos el alma.
    un abrazo

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  2. Cerrar lo ojos y dejar volar la imaginación por los prados de los sueños.
    Ver el cielo y el mar, ser consciente del palpitar de la vida a nuestro alrededor.
    Anhelar paisajes lejanos y aventuras imposibles.
    Aunque la realidad cotidiana y la rutina del trabajo no nos dejen alcanzar estos deseos. ¿Quien puede impedirnos vivirlos, aunque sea solo en nuestro interior?
    Recuerdo las consignas del Mayo francés: "La imaginación al poder", "Bajo de los adoquines esta la playa", "Prohibido prohibir", et. ¡Tenían tanta razón! y ahora ¿que ha quedado de todo aquello?

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  3. Y si sueñas despierta, ya es el broche un abrazo

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  4. Hoy al leer lo escrito escuchando la música de unos boleros me ha hecho sentir de una manera especial.El saber que alguien es capaz de vaciar su alma en cada escrito me ayuda a creer que quedan seres que deben de ser visto de una manera distinta,por lo menos cuando escriben.No quiero extenderme mucho y no quiero dejar de decir que a pesar de los comentarios yo veo las cosa así,sin lisonjas vanas,siento que de una manera sutil se crea que son palabras vacías,por lo menos las mías no. Pero tomo nota de ello y espero no caer en lo mismo en mis siguientes comentarios.De todas las nmaneras graxias por ser como eres no cambies ni pierdas la esencia de tu interior

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  5. Letras y boleros crean un cálido ambiente donde leerte es un placer. Preciosa prosa, precioso texto.

    Volveré para disfrutar contigo, entre tus letras.

    Un besazo, Inés.

    Lucía.

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