3.10.11

* Sin él *


No quise decírtelo, pero lo imaginaste siempre.
Fue mejor así, para que cuando te fueras no tuvieras lágrimas en tus ojos, ni recuerdos de amores, ni tan siquiera mi voz, o las sonrisas que pudimos compartir juntos.
Guardé todo eso en el centro de mis sienes en el reino del juicio.
Sepulté en el fondo de mi alma lo que construí con mimo y ternura. Día día, mes a mes, hasta  ahora, sin querer darme cuenta.
Pensé en ti muchas veces, soñé que  te amaba tantas otras que llegué a imaginarte besando mis labios.
Dibujé tus sonrisas compañeras de las mías y entrelacé mis manos con las tuyas muchas tardes de paseo.
Besé tus labios con la suavidad de un ocaso y me abracé a tu cuello con la ternura que inventé por ti.
Busqué el néctar de tus labios, te susurré al oído palabras tan dulces como la miel, nacidas de mi corazón para ti, en exclusiva. 
Te amé sin prisas y sin relojes, sin importarme nada, ni nadie, sólo nosotros como uno sólo.
Nunca te lo dije, nunca me lo dijiste tu...

Y los días pasan con sus noches  y sin él .
Sigo soñándole, sin saber porqué le extraño y no le olvido.










2 comentarios:

  1. Hola ya era hora de que escribieras. aunque a decir verdad me desconciertas ( como casi siempre ) aunque la verdad, si no me desconciertas, me pillas a pie cambiado. El relato de hoy prefiero leerlo tal y como lo escribes sin buscar connotaciones distintas. O leer entre lineas como es mi costumbre analizando y desmenuzando tu escrito. Además es un relato de despedida y eso no me gusta las despedidas son tristes y yo no quiero estarlo.Soy de los que opino que antes de llegar a esa tesitura hay que hablar cara a cara y decir en persona y mirándose a los ojos decir cada uno su verdad.Para m es la mejor manera de hacerlo

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  2. Hace unos días hablábamos de amores no correspondidos, dentro de esta categoría estarían los amores ocultos o no manifestados, los que guardamos en lo mas hondo de nuestro ser sin jamás dejarlos aflorar.
    Nunca lo dijimos y la otra persona tampoco dijo nada aunque ignoramos si también tenía compartía ese anhelo.
    ¿Y si uno de los dos hubiera dado el primer paso?
    Pero era un momento familiar, social o laboral complicado para uno o para los dos, hay miedo al rechazo o a ponerse en evidencia si no hemos visto señales claras en la otra persona, a originar problemas y hacer sufrir a terceros y asi todo de queda en fantasía, en quizá, tal vez, que hubiera pasado si le digo...?
    Enfin, como se dice siempre, mas vale haber vivido algunos amores fallidos que no haber tenido ninguno.
    Por lo menos hemos sentido la ilusión, el pulso acelerado, la urgencia de verle, de sentir su presencia y su ausencia, la tristeza de su partida, la alegría de ver su sonrisa, de aspirar su aroma, de notar que el corazón se desboca...
    Eso quiere decir que hemos vivido y que la vida, queramos o no, nos deja pequeñas cicatrices que recuerdan cada ilusión perdida, cada sueño no relizado, cada meta no alcanzada.
    Pero eso es vivir, uno de mis profesores decía que la muerte es el "estado estable", aquel en que el ser deja de interaccionar con el medio ambiente y se abandona totalmente.
    ¡Alegrémonos de estar vivos, de sentir placer y dolor, amor y desengaño! ¿Aprovechemos las ocasiones de caer y volver a levantarnos!
    Un saludo muy afectuoso y levanta ese ánimo que lo encuentro un poco bajo ultimamente.
    Salvador.

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