13.2.12

* Pensamientos *






La muerte hay días que ronda más cerca nuestra que otros muchos,  en los que no le hacemos caso.
Se atreve a echarnos un pulso con alguien que queremos, bien sea un familiar o un amigo entrañable.
Nos pone a prueba y nos recuerda  que sería bueno que pensáramos, al menos un poco, en el día que nos señale con el dedo y nos lleve para no regresar.
Aún no estoy preparada para ese paso de la vida a la muerte.
No creo que lo esté nunca, me gusta demasiado la vida, sé que no soy eterna como las diosas del Olimpo y que aunque sean muchos mis días venideros, contados están.
No puedo imaginar cómo será el proceso, si será una larga enfermedad, que llevaré mal, seguro, pues no soy precisamente una buena enferma.
O por el contrario será visto y no visto.
Los médicos y los medicamentos no son lo mío, soy mala paciente.
He de estar muy mal, para ir por fin a la consulta, a que me conozca y reconozca el Galeno, a sabiendas de la reprimenda que me cae, después de haberme extendido varias recetas, con gesto serio y profesional.
Cuando salgo de la farmacia con mi bolsa de medicinas, hago un firme propósito de tomarme todo, como una niña buena, como cuando era pequeña y veía que no había más remedio que tomar aquel jarabe o la tos no se me quitaba.
Nunca olvidé ese sabor, sabía mal, muy mal, no recuerdo el nombre del jarabe, puede incluso que ni exista ya, con tanta variedad de preparados como existen en la actualidad.
No tengo previsto enterrarme en el camposanto, debe hacer un frío terrible y creo que me aburriría entre tanto silencio, hablando conmigo misma. Eso si se puede hablar entre los vecinos, que no lo sé.
He pensado en la posibilidad de que hagan un aprovechamiento de mis órganos, al menos así, si se llevan mis ojos, seguiré viendo cosas y aprendiendo más.
Espero que cojan mi corazón y que le sea útil a alguien. Creo que latir un tiempo más en otro cuerpo está bien y el viaje en avión desde que me lo extraigan, hasta que funcione en otro paciente, debe ser una pasada.
Cuando inician ese proceso y se anuncia que hay un  posible donante compatible, es emocionante ver cómo luchan contra reloj, para que al fin el enfermo renazca a la vida y recupere su salud perdida.
Sí que tengo claro eso, que hay una vida después de la vida, morirme y no haber nada más no es gran cosa, tiene que esperarnos algo mejor, estoy segura.
Donaré todo lo que pueda, lo tengo clarísimo,  para quien en vida se muere un poco todos los días, porque su organismo no va bien.
Espero que la muerte me siente bien, pensar si se acuerdan de mí o  si me llorarán cuando me vaya, no me preocupa tanto.
Prefiero que sea ahora cuando no me olviden.
Hoy estoy viva, mañana quien sabe...













5 comentarios:

  1. Tu idea es muy buena, si sus cosas para ti ya finalizaron, da la opurtunidad de vivir a alguien que aun no debe de irse. es bonito. un abrazp

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  2. Hoy otra vez leo algo de Ines. Algo que esperaba díasm pués cada relato es algo en lo que vale la pena sumergirse e intentar comentar ppor lo que dice dicho relato y por lo que te hace sentir al leerlo. Dicho esto he de decirte que haces mal en no visitar a un médico si te encuentras fastidiada. Siempre es mejor coger una cosa por el principio que a medias cuando la solución es mas problemática, no me parece bien de acuerdo a mi manera de pensar. Ello indica pánico temor a estar enfermo y padecer de una dolencia grave. Por lo de las donaciones estoy completamente de acuerdo. Si un cuerpo inerte e inservible sirven sus órganos para salvar vidas hay que donarlos. Al fin y al cabo es donar vida a alguien que como tu quizás fue tarde aun médico.Otra cosa quese puede pensar es ¿no será esta laotra vida que nos dice la religión cristiana? ¿ o la reencarnación que dice otra religión?. Es otro punto de vista

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  3. Totalmente de acuerdo en lo de donar,alargar la vida de quién lo necesite cuando a nosotros ya no nos hace falta es precioso, además de un actode amor.
    Le tengo un gran respeto a la muerte, me asusta (fíjate que tontería si no me voy a enterar cuando me pase),pero me gusta la vida, me gusta estar con las personas que quiero..., en fin que has tocado un temilla...Ufff!!
    Y, también prefiero que sea ahora cuando no me olviden:))

    Muchos besos, Inés, sin olvido.

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  4. Uno de los mejores avances de la ciencia para mí, ha sido que se puedan aprovechar los órganos para dar vida a los demás. En cuanto a la muerte ustedes son jóvenes y gozen, a mi edad ya me doy por bién servida y muy en santa paz. Besos.

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  5. Inés, esta mañana temprano puse un comentario que se ha perdido.
    Decía que has planteado untema es interesante y a la vez enigmático.
    Pienso que la muerte es algo unido a la vida y que las personas no tememos a la muerte, sinó al dolor o padecimientos que conducen a ella en ocasiones.
    A todos nos preocupan nuestros descendientes y cómo afrontarán las situaciones conflictivas sin nuestra ayuda, pero hemos de admitir que nadie es imprescindible y la vida seguirá sin nosotros.
    Estoy completamente de acuerdo en la donación de órganos para ayudar a otras personas, como podríamos necesitarla nosotros o nuestros allegados.
    En cuanto a los restos, soy partidario de la incineración y antes hice un comentario de humor negro, pero no lo voy a repetir.
    Por último hacía reflexionaban sobre el deseo de trascendencia del ser humano, a nadie nos gustaría que nuestra mente,los conocimiintos adquiridos y tantos años de estudio se desvanecieran en el éter.
    No sabemos si hay algo despues de la muerte y nadie nos lo ha aclarado hasta ahora. Recuerdo los escritos de Unamuno, de Kant y de tantos otros filósofos que han escrito sobre ello.
    Si enfocamos el intelecto desde el punto de vista únicamente científico diremos que el pensamiento es la consecuencia de la actividad de las células nerviosas del cerebro, de eso se deduce el pensamiento existencialista que compara el "alma" o "espíritu" a la luz de una bombilla; Cuando se funde el filament, la luz se desvanece y fín..
    Pero eso no nos basta, quisiéramos una continuidad y -dejando de lado ideologías y religiones- a todos nos gustaría que esos millones de lucecitas se unieran en una gran estrella eterna para iluminar el futuro de nuestros seres queridos.
    ¿Sería bonito no?
    Perdón por el "rollo"
    Saludos.
    Salvador

    P.D.- Animo a los lectores a dejar sus ideas sobre este tema tan apasionante.

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