8.11.12

* Renacimiento *




Vivía en un nido de plácida ternura, de mimos, de besos dulces y un día sin pensarlo me asomé  a tu vida.
Me miré en tus ojos cansados y no me vi reflejada, no quise hacerlo, te hallé a ti en plenitud.
Pude palpar tu tristeza rodando en tus lágrimas perladas y tu baja voz,  se llenaba de suspiros, por una vida que se fue y no volverá.
Te escuché, sin devolverte mis palabras, agarrando tus manos con las mías y vi cuan vulnerable eras y lo injusto de todo esto.
Cuando se tiene todo, no se sabe que el corazón se puede quebrar cuando menos se espera y duele.
Te arrancaron tu mitad de cuajo y tuviste que seguir viviendo, roto por la pena.
Sé que tu dolor ahora es tenue, que pasó tiempo de tu quebranto, que estás mejor.
Sé que otros ojos muy azules, hacen que los tuyos sonrían, cuando os reís juntos, cantando canciones infantiles.
Cambiaste esa amargura y esas lágrimas por esperanzas y proyectos, contando las horas para la próxima vez de volar en busca de los tuyos.
Supiste amigo, encontrarte, rescatarte y saber que la vida te devolvería muchas alegrías.
Lo merecías.
Te compensó con creces  por tu bondad y dedicación, por tus rectos principios y por un corazón tan generoso con los tuyos.
Desde la distancia del tiempo y el espacio contemplo tus éxitos y tu felicidad.
Hay que ser práctico, inteligente y renacer, mejor y distinto siendo el mismo, tal y como tú lo hiciste.

Ahora ya lo sé y eso me hace muy feliz.


 

1 comentario:

  1. No nos queda otra que renacer, aunque estés roto por dentro, pero la vida continua y hay otras que dependen de nosotros.

    Me ha gustado como lo has enfocado.

    Hacia tiempo no sabia nada de tí, espero y deseo que todo vaya bién.

    Un besote preciosa.

    ResponderEliminar