26.1.11

* Isa *

Sin saber porqué, vuelven a la memoria nombres  o imágenes de personas, sin explicación aparente .
De pronto, extendemos la historia que vivimos, de cerca o de lejos y nos preguntamos qué fue de su vida.
Desafortunadamente, a veces la respuesta es la peor de todas: murió.
Otras, sin embargo, reaparecen en nuestro camino, con más años encima, pero con el mismo talante y nos alegramos mucho.
Hoy recordé a  una muchachita, que llamaré "Isa", por preservar su privacidad y por honrar su memoria.
Un dato matinal en la radio, me dejó pensativa y como un resorte  lo relacioné con "Isa ", que despertó en mis recuerdos.
Nunca hablé con ella, pero sí la observaba a ratos, en el patio del colegio, ir y venir, entre todos los alumnos, con los que compartía recreo.
Era distinta a sus compañeras, algo la desigualaba, pero no sabía bien qué era.
Tenía el pelo liso y ceniciento, la cara pecosa y vestía con un estilo avanzado para los tiempos que eran.
Era pues, un signo de rebeldía a alguien o algo y sus maneras espabilaban a los moscones, que adulaban su femineidad y favores.
Pronto, para mi gusto, se dio al arte del maquillaje, sin saber el punto exacto de la exageración.
Destacaba de ella el trazo grueso y negro en  sus ojos verde aceituna, llamando poderosamente la atención en su cara de niña.
Pronto, demasiado pronto, inició sus pasos en el amor adolescente, sabiéndose deseada por muchos muchachos.
Era víctima de bromas pesadas de los chicos y de cierto rechazo de sus compañeras, quizá por la envidia de no tener su desparpajo.
Su aprovechamiento escolar, no iba acorde a las expectativas de sus profesores, puesto que sus miras eran otras que las de ser una alumna destacada y dócil.
Empezó a faltar a clase, excusando enfermedades diversas, sus resultados eran malos y con el tiempo desapareció del instituto.
Nunca vi a su madre, preocupada por sus avances escolares, ni asistir a las reuniones de primeros de curso.
No es juzgarla, pero es significativa la ausencia y la falta de interés de sus padres, a mi parecer.
Vivió la vida muy deprisa, cometió muchos errores y nadie debió aconsejarla, ni estar a su lado. 
De "Isa" y de aquel entonces se  quedó grabada en mi retina, su mirada triste y su piel blanca y pecosa.
Hace poco, meses quizá, mi hija alarmada me recordó su nombre, en una noticia breve, que había escuchado en la radio local.
Buscamos su foto por sus nombre y apellidos, en internet, hasta dar con la referencia escrita de la noticia.
" Isa", llevaba dos años muerta, rondando los dieciocho y aún no se ha hecho justicia.
Su maltratador en vida, a quien ella debió querer hasta la locura, le descerrajó dos tiros de escopeta y acabó con su vida.
Celos infundados, despecho, amenazas, qué más da. La mató.
Pasó el tiempo y el asesino, sigue viviendo, sin una condena merecida y ejemplar.
La justicia, tan ocupada ella, no será justa de nuevo.

" Isa ", descansa en paz, porque a vivir no te enseñaron, ni te dejaron ser feliz, como merecías.





No hay comentarios:

Publicar un comentario