1.8.11

* Alas *



Hoy, de modo excepcional, me apetece dejarme llevar por lo que siento en este justo momento.
Descubrí  por casualidad,(¡ sí, a estas alturas!), una pieza que me hizo soñar, mientras releía algunas relatos del blog, porque me gusta hacerlo, cuando cae la noche y nadie me distrae.
La vida nos sorprende con estos detalles, hechos por las personas que miman nuestra estancia, cuando pasamos despacio por un lugar que compartimos, como un regalo muy especial.
Adoro la música, es el bálsamo para mis inquietudes, la musa fiel para dejar volar libres mis dedos en el teclado, ordenando mis pensamientos, como alas que conducen mi vuelo, sin mirar abajo.
Cuando me decido a plasmar mis letrillas, no traigo ni el título, ni la historia que me inquieta.
Ella, me coge de la mano y me conduce por el pentagrama de su fantasía y yo me abandono.
Todo mi entorno desaparece de modo fulminante, mi sonrisa es más parecida a la luna en cuarto menguante, mis ojos brillan con el matiz único de las estrellas y el corazón palpita acomodando el ritmo a la melodía, que me fascina con sus notas almibaradas.
Inés despierta serena y emocionada, desde su intimismo y la mujer de la vida real, se adormece con su afán y su premura, por un tiempo y a diario.
Presta oído a un violín caoba, acariciado con destreza por su arco animoso , mientras un piano a lo lejos imprime igual cadencia, en otro tono y en respuesta.
El eco de las notas tan dulce, como el más precioso de los besos, eriza su piel, ensancha su corazón y le lleva a volar sobre el mar aturquesado, con el viento resbalando por su cara.
Quiere seguir surcando el azul del cielo por un rato, con la confianza de que el vuelo sea tan bello, como el suave batir de sus alas de fantasía, cerca, muy cerca del arcoiris de sus sueños.
Su alma se mece como en una nana de niña, saltando entre nubes de algodón, mientras las teclas imprimen sus huellas despacito, lo que le dicta el corazón.
Los matices que descubre en la voz rasgada y grave de quien susurra a sus oídos, traspasan sus sentidos en cadencia suave, con andares de paseo de un corcel en una playa cualquiera.
Inés sabe que no conviene extasiarse, ni extenderse demasiado.
Comprende que sus pies desnudos deben volver a posarse en la tierra, donde le esperan siempre.
Pliega y aloja con mimo sus alitas de plata y se adormece poco a poco , hasta el siguiente sueño de perfume de lilas, cuando decida.

Inés duerme ya y la vida llama a su puerta.

5 comentarios:

  1. Ines es difil, olvidar tantas cosas bonitas. un abrao y cuidate

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  2. Deseo que la música suave y relajante haga dulce tu sueño y sereno tu despertar.
    Un saludo cariñoso.
    Salvador

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  3. ¿Sabes?.Lo primero que hago en mi mañana es ver si has escrito algo.Cada dia me sorprendes más.por la manera que tienes de explicar de una manera simple cualquier sentimiento que te embargue. La música y el el recogimiento es algo que se ha de sentir para entenderlo, gracias por hacérmelo comprender de una manera que me parece vivirlo.Hasta el próximo relato que espero con deleite.Gracias por proporcionarme ests momentos de alegría

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  4. A mí también me gusta mucho la música, me amansa a la fiera que llevo dentro. Antes, cuando todo era fácil y mi forma de vivir era otra, me encantaba conducir sola oyendo ópera y ¿por qué no decirlo? a mayor velocidad de la permitida. Me relajaba y mucho. Ahora, que ya no es como antes, no la puedo oir en el coche pero sigue siendo mi compañera.

    Besos

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  5. Todo aquello que te haga feliz ,disfrutalo a tope .
    Besos

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