23.2.11

* Piel de cordero *

La piel de cordero suele cubrir a un animal inocente. Eso es lo que  nos contaron en la escuela.
Caminan por la vida personas así, se cubren o disfrazan ante los demás y nos muestran una actitud preparada concienzudamente.
Sus fines no son claros a la vista cuando eligen a su presa o víctima.
Adoptan un talante amable, cercano, amistoso o amoroso y altruísta, según les convenga.
Halagan a su objetivo, casi hasta la exageración, sobrecargándolo de atenciones.
Aparentan dar mucho de sí mismos, cuando en realidad no ofrecen nada destacable.
Lo que pretenden es absorber y anular a la persona elegida, para su propio y exclusivo beneficio.
Suelen ser, como tutores ( padres, madres o abuelos), personas que presumen de su abnegación  y sacrificio con sus congéneres. Como si nadie lo hiciera mejor que ellos y desprecian la valía de los demás, hasta el extremo de la burla.
Debajo de esa pelliza falsa existen varios puntos a tener en cuenta.
De un lado, el supuesto " lobo" carece de autoestima y  fuerza el cariño de otros, llenándolos de halagos y atenciones, casi sin venir a cuento, haciéndoles creer que son excepcionales.
De otro, sale su verdadero yo, que muestra sin ningún rubor, cuando no obtiene lo que espera de su víctima: dedicación plena  y exclusiva a su persona.
Despliega entonces  toda una suerte de improperios y frases manipuladas, haciéndose la víctima dañada.
Recuerda al perjudicado con insistencia, cuánto ha hecho por él y el pago que no ha recibido, con reproches continuos, para generarle  un sentimiento de culpa.
Sus presas, las víctimas, suelen ser débiles, conciliadoras, con miedos y poca autoestima y acaban perdiendo la poca voluntad que tenían.
Los lobos, o chantajistas, no reconocen casi nunca que tienen un grave problema y mucho menos se tratan en especialistas.
Usan a su antojo las relaciones personales para sus fines, con métodos poco o nada éticos.
Fomentan, con sus comentarios maledicentes, el crear una mala y errónea imagen de las personas que no acceden a su dominio.
Son capaces, en algunos casos de hundir sin piedad a sus víctimas, ya que no empatizan jamás.
Son personas de muy escaso nivel cultural y sin valores éticos y morales. Se creen sus propias mentiras y las muestran como verdades.
Manejan la manipulación  y la murmuración con  gran destreza.
Lo mejor  o más aconsejable con estos personajes, no es ayudarlos a que cambien, porque eligieron ser así y se creen justos y con poder sobre los demás.
Cualquier ayuda que se les brinde a estos " lobos", genera más dependencia con ellos, que tienen una gran capacidad de persuasión y muy malas artes.

Huyamos lejos,  pues de estos lobos con piel de cordero, que ni son corderos, ni quieren serlo.

-Justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo. (Ulpiano).


2 comentarios:

  1. Tienes mucha razón con tus palabras Inés.
    En lo que he vivido, me he econtrado con muchos de esos "animalitos", pero los sé reconocer y huyo raudamente, simplemente para mí no existen, los ignoro y ya, es la mejor forma de ahuyentarlos...
    Un gran beso, Scarlet2807

    PD: Buenísima tu entrada, te felicito

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  2. Suscribo totalmente lo que dices, Inés. Lo sabes muy bien, además, porque ambas hemos escrito de este tema en sus diferentes versiones y ramificaciones, que son muchas.

    Yo hace mucho tiempo que decidí que la única piel de cordero que soportaba era el de nonato, es decir, el astracán, aunque sea políticamente incorrecta y ese largo etc. del que te tachan por estas y otras cosas.

    Besos

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