26.8.11

* Máscaras *

A veces, lo que sentimos por dentro, nada tiene que ver con lo que parecemos a los demás, por fuera.
Las expresiones faciales y corporales suelen dar idea a quienes nos miran, de cómo podemos sentirnos interiormente.
Así mismo, hay personas que saben leer  con acierto la mirada o interpretar actitudes de los de su entorno.
Otras, sin embargo, tienen la capacidad de ocultar bajo "siete llaves" lo que sienten y aparentan lo que quieren que se vea.
Sus motivos suelen ser diversos, desde la timidez hasta la falsedad, dependiendo de la conveniencia o necesidades de la situación.
Los tímidos tienen un cierto sufrimiento, por no ser capaces de exteriorizar como quisieran sus sentimientos, con una  fuerza irrefrenable que les obliga a un ostracismo, del que no saben salir con facilidad.
Con técnicas adecuadas y mucha voluntad  logran vencer ese apocamiento que les oprime.
No siempre la timidez es consecuencia de un fracaso personal, pero siempre interviene la falta de socialización o afectos en la niñez.
Una férrea  educación, un ambiente hostil y competitivo en la escuela, pueden ser desencadenantes de ese carácter retraído.
La sobreprotección infantil resta oportunidades de desarrollarse con sus iguales y aprender de ellos con naturalidad.
La agonía interior  del "apocado" puede generar palpitaciones, sudoración y sequedad de boca. Incluso rubor y temblor corporal hacen acto de presencia, como signos evidentes.
En lo sentimental son personas que tienen miedo al fracaso y no arriesgan, por temor a equivocarse y sus vínculos amorosos no prosperan.
Dan licencia a quien se fije en ellos, a que lleve las riendas de la relación, puesto que encuentran esa seguridad que a ellos les falta.
Independientemente de su valía, impera en ellos una inseguridad personal y su autoestima no es firme.
Son personas dubitativas, que procuran pasar desapercibidas por temor a hacer el ridículo.
Un tímido no nace siendo así, sino que lo va conformando desde su infancia y no interactúa correctamente o no sabe encontrar  los mecanismos adecuados.
Sus actitudes sociales van parejas a su vestuario,  discretas, sin arriesgar nunca.
Siempre piensan que los demás son mejores que ellos y eluden eventos en los que pudieran ser protagonistas.
Tienden, erróneamente, a pensar cosas que los otros no piensan y llegan a creérselas.
Y, por último, si se empeñan en salir de esa "celda" que les oprime y lo consiguen, experimentan un cambio muy positivo en su vida, para bien propio y ajeno.

Las máscaras son teatro, la del tímido, agonía.






7 comentarios:

  1. Inés
    Nuevamente te doy las gracias, por tus amables comentarios en mi blog.
    Con respecto a tu escrito, sigues escribiendo tan bello como siempre.
    Besitos en el alma y que pases un feliz fin de semana
    Scarler2807

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  2. Inés, me gusta tu blog, me quedo viéndolo.

    Hablas de las máscaras, un mundo envuelto en un teatro que no es real, me encantó tu entrada.

    Gracias por visitar mi blog y dejar tu huella.

    Un beso.

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  3. Cada dia te superas y sabes encontrar el tema y desarrollarlo con ternura y calidad no exenta de certeza.Si,en la vida se utilizan máscaras tanto para ocultar,como para imbuir a los otros unos sentimientos que no son los reales.Unos por conveniencia,en los negocios no se muestran las verdaderas intenciones para no dar pistas al oponente,en la vida a veces para mostrar unas apariencias quer no son las verdaderas,muy poca gente es capaz de mostrar sus sentimientos en público,por miedo,vergüenza,o quizas por temor a la burla,nada hay peor que sentirse herido en unos sentimientos mostrados con sinceridad y limpieza,es muy duro abrir un corazón y sentirese burlado.Esto nada tiene que ver con la autoestima,es un momento durísimo el sentirse engañado por la persona en que confiastes.De ahi la máscara a veces impenetrable.Otras veces sirve pata esconder un sentimiento de inseguridad,la timidez,esta nace de la incertidumbre,viene posiblemente de la niñez de no saber como agradar a tus padres,de no acertar (bajo su punto de vista)con lo que tu crees que les agrada,esa indecisión va transmiriendo la indecisión por una educación rigida qus vá formándo esa timidez.Después en la escuela el temor a la chanza,a(según el individuo) la falta de comprensión del entorno hace que éste se encierre más y más en si mismo y de ahí a la vida real el individuo se enfrenta a ella,no mostrando su verdadero yo y crea a su alredeor un mundo de irealidades para no sentirse dañado.Se arropan en la gente que les allana el camino,aunque en casos logran vencer esta barrera pero creo que les cuesta un mundo,no son avasalladores,son mas bien gente a los que no les gusta destacar en nada.Y asi van por la vida tratando de sobrevivir.En fin las máscaras siempre pcultan algo,las reales una cara.Las del alma unos sentimientos

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  4. Aunque se dice que la cara es el espejo del alma, evidentemente eso no es así y nuestros políticos son un ejemplo vivo y fehaciente.
    Pero, aunque no nos guste, todos tenemos que llevar máscara alguna vez, por conveniencia, por no herir a otra persona, por mil cosas.
    A veces no hay mas remedio que poner cara de póker.
    Otro problema es la timidez, sobre eso podríamos hablar largo y tendido. Verdaderamente la timidez llega a ser una enfermedad y, si arraiga en el ánimo de una persona afectando a su autoestima, le puede amargar la vida e incluso conduicirle a una depresión.
    La sociedad actual nos ha convencido de que el que mas cara dura tiene es el que triunfa y, por desgracia, es así.
    Hay gente maravillosa, científicos o letrados de gran talla y con un currículum impresionante que como no saben vender su imagen o no arrimarse a un buen árbol con influencias, quedan relegados mientras otros "jetas" se colocan con ventaja.
    Enfin, no nos calentemos la sangre que aun estamos en verano y hace mucho calor...
    Saludos.
    Salvador

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  5. A ver si me deja ya comentar este post, que llevo dos dias que no puedo y no por timidez precisamente.

    Pienso, como Salva, que todos, en algún u otro momento de nuestra vida, nos hemos puesto la máscara, sea por timidez, conveniencia e, incluso, por prudencia.

    En cuanto a la timidez, imagino que tiene que ser difícil sufrirla, vivir con ella y vencerla y que supondrá, creo, un gran escollo en ciertas situaciones. Yo, afortunadamente, no la tengo, más bien padezco de lo contrario.

    Besos

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  6. Ummmm !. Con la timidez hemos topado, amigo Sancho. Tema muy complicado y que se puede enredar sobremanera. Distintas teorías, hipótesis e interpretaciones hacen acopio de información acerca de la misma. Su origen o mas bien, sus raíces, no pueden identificarse con exactitud pero la definición de una persona como tímida es, razonablemente fácil.
    Hay una graduación de la timidez, desde los " cortados " por causas determinadas y puntuales, hasta los " cocones " que se cierran en banda ante cualquier situación fuera de lo corriente. En esta división se pueden encuadrar un sinfín de comportamientos, actitudes o conductas más o menos de autolimitación.
    Hay una mejora de las pautas sociales de todos los tímidos cuando hay confianza. Con gente de su círculo familiar o de su entorno se integran con más facilidad y se desenvuelven con mayor soltura. Si el grupo se abre algo más, se encierra proporcionalmente el introvertido. Es, como si dijéramos un caracol, sin ningún ánimo de ofender.
    El tímido es como un caracol que al menor ruido, voz o mirada se encierra en su casita y no saca sus cuernos al sol hasta que la situación se normaliza. Entendiendo como normal lo que para él es habitual. Una casita que suele pintar de rojo chillón, al menos su fachada.
    Introvertidos donde la luz que más nos relaja es la interior. Los extrovertidos necesitan de la luz de los demás para alumbrarse. Unos y otros vivimos juntos, quizás lo mejor sea hacer caso a Aristóteles y pensar que la virtud está en el término medio. Como punto de equilibrio, evidentemente.
    Quizás ya sea tarde, por la edad en que nos manejamos me refiero, aunque la dicha será buena si se intenta cambiar de rumbo y obviar los problemas que nos condujeron a una situación a la que nos amoldamos por su cotidianeidad, pero que supuso, no nos autoengañemos, una limitación a nuestras relaciones.
    Gente sin más luz que la de un candil ha " triunfado " en su parcela de trabajo o de relaciones, por así decir y gente maravillosa se ha quedado en el anonimato desempeñando solamente lo que le encomendaban terceras personas o sencillamente, obvió la iniciativa.
    ( Continúa...)

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  7. ....aquí.
    Quizás sea tarde decía antes, pero un aprendizaje basado en el pensamiento de igualdad con los demás nos llevará a conocer gente nueva e intercambiar pareceres y opiniones. No nos creamos inferiores que nadie, ni tampoco nos imaginemos como barcos que al menor temporal nos hundimos en este mar social.
    Toda situación adversa puede superarse, no nos derrotemos antes de intentar rebasar el límite caalculado. Nadie nació aprendido ni gana siempre. Todos cometemos errores. Por ello no le demos más vueltas a un tornillo que no enrosca, cambiemos de rosca, tornillo o simplemente clavemos una punta.
    Los chats no son, precisamente, un lugar para hacer excepcionales amistades, porque se tiende a dar gato, donde liebre es lo que queremos buscar. Y aunque cuatro patas tiene y pelo le recubre, no es precisamente ¡ miau ! lo que queremos oir, por mucho ronroneo verbal con que nos almibaren los oídos. Pero la excepción hace confirmar a la regla.
    Ser tímido no es una garantía de excepcionalidad positiva. Afortunadamente, hay mucha gente tímida y de buena nos hemos librado al no oírlos nunca. Seamos claros.
    De las máscaras solo decir que parece que es carnaval todo el año y que hay más gente participando del mismo que en el Sambódromo de Río de Janeiro.

    La canción abajo indicada dice " Noches sin luna esconden / almacenes repletos de días perdidos... ". ¿ Más claro ?. Dejemos la timidez en el cesto de la ropa para lavar.

    Saludos sin antifaz, Inés.

    Youtube Las buenas noches El hombre del tiempo

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