16.11.10

* Árbol de amor *

Bajo un cielo azul intenso como la turquesa, las ramas del árbol que lo recorta, se cimbrean en suave vaivén, al compás de la brisa que se cuela entre sus hojas, aún verdes.
La llamada del otoño, reclama su entrega sin clemencia alguna, a la madre naturaleza.
Pronto, éste y otros árboles se desnudarán todos, tapizando en oro viejo, el pié que le dió asilo y alimento.
Sus mudas ramas, seguirán cobijando los gorriones mañaneros, sin ofrecer a su pesar el abrigo necesario, despojadas ya de su espesura.
Pareciera muerto, pero la vida recorre sus venas de copa a tierra, lentamente, preparándose para los nuevos brotes, cuando la naturaleza le dé permiso para ello.
Los corazones vacíos de amor, se parecen mucho.
Agonizan, casi mueren, pero una tenue luz yace somnolienta, en el centro suyo.
Aguantan todo y se recuperan despacio, por duros que sean los tiempos.
Brilla su amor como lucero inextingible, con esperanza e ilusiones, al abrigo de una promesa venidera.
Tintinea silente, como minúsculo retoño de un querer afortunado, por llegar a sus latidos tiernos.
Sabe de pasiones de mil matices, que duermen a la espera de besos dulces y abrazos entrelazados, como preludio del baile del amor, piel con piel.
Ama todo, pero de forma distinta y nueva.
Tiene miedo en sus principios, pero supera todo, con el estímulo de que sea el mejor, el único y viva para siempre.
Crecerá fuerte y valiente, como el árbol, al corazón le llama otro corazón y juntos de la mano, serán uno sólo.
El árbol del amor espera a que su corazón le despierte, como la primavera.

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