5.11.10

* La hora de la escuela *

El anuncio de que el verano, por fin, hace su equipaje, concede un respiro momentáneo a muchas personas anónimas, en hogares dispares.
Cada mañana ordenan aquí y allá, con brillo de espejos, coladas oliendo a flores, platos y ropas, donando sin queja su tiempo y fuerzas, mientras pasa la vida entre sus manos.
Murmullo de voces moduladas, dimes y diretes que cuentan y opinan en la radio de sus casas.
El pulso social o la música de moda, consejos, avisos y noticias que duelen, aunque no se padezcan.
Pan tierno, café recién hecho, cacao, azúcar, con el runrun de la cuchara , callan las voces y despierta el hambre,
Olor a libro nuevo, de tinta impresa, rememora tiempos de niño, en su rictus maduro.
Textura satinada de hojas lisas y nuevas, encierran un mundo de notables ideas.
Relatos y cuentos, números y letras, en operaciones extrañas y ajenas, que encuentran la solución, si bien se piensa.
Lugares de antaño, vidas ejemplares en la memoria de muchos, aunque los tiempos pasen, dejan modelo a tener bien en cuenta.
Horas de fresco, colores suaves tiñen ya, las nuevas mañanas otoñales, de colores dorados y verdes apagados , barajando en el cielo lluvias a destiempo, con días claros.
Mochilas escolares repletas de sueños y libros ordenados, llevan los hijos y nietos que no miran ya, desde la fila impuesta, cuando la sirena avisa.
Madres, padres y abuelos, besaron a sus amores, con la ilusión de que sean mucho en la vida, en el nuevo otoño, a la hora de la escuela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario