5.11.10

* Mi callada memoria *

¿Qué me queda de tí?.

Apenas nada más que un recuerdo dulce y una voz impresa en mi memoria, como homenaje a tu tiempo conmigo, en días que no volverán.
Tu camino fuíste trazando con mimo y sueños de mil colores, con la maestría de tu acierto y mucho, mucho esfuerzo.
Fué regado por lágrimas amargas, que dieron un giro importante en tu alma, haciéndote más intimista y reservado en tu soledad elegida, como homenaje a tus afectos más amados.
Aún, de tarde en tarde, evoco aquellas imágenes de tu sonrisa incompleta, fiel reflejo de la serenidad de tu alma, impregnada en un dolor que sólo sabes tú lo que duele.
Algunas más, pienso en si tus ojos siguen brillando de aquella forma, cuando miras un momento un reloj de pared cualquiera.
Otras, distintas a las anteriores, te evoco leyendo, como siempre hacías, abstrayéndote del mundo en la historia elegida por tu interés y tu tiempo de descanso.
Unas pocas más, pienso en las melodías que adorabas, permitiéndoles que inundaran dulcemente el ambiente de tu hogar, entre violines y pianos acompasados, sentado en tu sillón favorito de piel oscura, con los ojos entornados.
Parece que aún te veo, trajinar por la cocina, con vapores deliciosos y platos de porcelana blanca. Te gustaba tanto agasajar a tus amigos, que todo te parecía poco, cuando celebrábais cualquier cosa, incluso nada.
Echo de menos, mucho, las rosas de tu jardín, lozanas y de mil colores.

Siempre me hablabas de sus perfumes tan delicados, de los matices distintos entre unas y otras, según fuera el día y el sol, con su cielo aturquesado o su capota plomiza, cuando se estremecían entre tus dedos, recién cortadas.
Y te pienso en esta mañana soleada, mientras un rayo de sol se cuela entre mis recuerdos y se adormece en el papel satinado en el que te escribo, sin pedir respuesta de tu parte.
Porque cuando miro al cielo, es tan azul como lo fué tu franca mirada, en mis días contigo.

Mi callada memoria tendrá siempre un lugar muy especial para tí, con tus rosas frescas y mi cielo en azules, aunque nunca lo sepas.

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