16.11.10

* Tú, sin tí *

Me han robado los silencios esta mañana plomiza y fría y los necesito.
Mis gorriones no cantan esta mañana, ni bajaron a picotear el pan húmedo, cerca de mi ventana, como acostumbran.
Están agazapados en el frondoso árbol, que los cobija, a la espera de que el estridente ruido que se adueñó de su costumbre, cese.
No huele a hierba fresca como otros días, sino a pintura y gasolina de motor, que envenena la fragancia sutil de las flores.
Un mamotreto elevador invade mi fachada y mis ventanas, con pitidos destemplados, cuando se mueve avisando a los viandantes.
El olor de la pintura, ácido y penetrante, molesta a mis letras y desagrada a mi alma.
El tono elevado de quienes acicalan, con blanco inmaculado la cara de mi morada, me arrancan sin querer de mis adentros, donde tengo todo.
Quiero pensar en tí, como cada mañana, pero no me dejan llevarte a un paisaje idílico, conmigo.
Tú, eres mi refugio, mi elegido, y te imagino en silencio, rodeado de melodías suaves que envuelven tus atardeceres de descanso, cuando vuelves a casa.
Te evoco, absorto en tus recuerdos, con un libro que reposa en tus manos, esperando que vuelvas a sus líneas, cuando las dejas por momentos.
Llamo a tu alma, desde mi silencio y me respondes siempre, con tu mirada tierna y tu voz relajada, sólo para mí.
Tú eres distinto a todos, como mis mañanas, cada día de un color de cielo, pero siempre el mismo paraíso .
A él te llevo conmigo y tú eres allí , cómplice conmigo.

No me dejan pensar en tí hoy, no, pero no lo logran.

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