15.3.11

* Sin respuesta *

Hoy estoy un poco intranquila, no oigo cantar a mis queridos gorriones, como antaño.
A pesar de que la primavera ha dado muestras de sus primeros brotes verdes en otros árboles, los míos, los de siempre, parece que no quieren reverdecer todavía.
Cada día,  me acerco a ellos y miro, uno por uno, si hay alguna señal de la vida.
Corrió por sus venas la savia que diera verdor a sus ramas y hojas, antes de que el invierno con sus fríos, lo desnudara por un tiempo.
Mis gorriones hacían allí primorosos nidos, con ramas secas, encontradas aquí y allá.
Tejían con paciencia el nidal, en las ramas tan robustas y seguras.
Sería el asilo y hogar de sus huevos azulados y tan frágiles, que jamás toqué, por miedo a romperlos.
Un día de Febrero, podaron sus ramas,  sin aviso. Todas ellas, sin piedad y sin talento alguno.
Los pajarillos que buscaban sombra y refugio  en ellos, se fueron volando muy deprisa, antes  que las ramas cayeran, vencidas por la sierra mecánica y su estruendo.
Los nidos de mis gorriones, casi a punto para la puesta  venidera, desaparecieron  y rodaron con  las ramas inertes.
Llegué tarde, no pude hacer nada por rescatar a uno sólo de los nidos, aquella mañana de Febrero.
Y aquellos árboles, sin ramas que extender al cielo, agonizan ahora en mi jardín, huérfano de pájaros cantores, tratando de renacer y sobrevivir, como cada primavera.
Echo mucho de menos a mis gorriones. Se fueron y me hacen falta en mis mañanas.
Presumo que tardarán en volver, mientras el árbol no recupere su verdor y sus ramas para hacer sus nidos, no volverán.
No los encuentro, ni sus nidos, ni sus trinos sin descanso.
La primavera llega en unos días, como una jovencita presumida a mi jardín.
Cuando golpee mi ventana, con sus pétalos de mil colores y  pregunte  por los gorrioncillos, ¿qué le digo?.




3 comentarios:

  1. Hola, no sientas esa añoranza, volverán los gorriones a tu ventana, y si no vienen, tómame a mi que deseo ser tu amiga, no se cantar como tus gorriones , pero dicen que tengo una bonita voz, hablo con amor.
    Te dejo mi ternura
    Sor.Cecilia

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  2. Ya verás que volverán tus gorriones tan amados,La naturaleza es sabia ¿Y donde se sentirán más amados y cuidados que en tu jardín?
    Te dejo un cariñoso abrazo...
    Scarlet2807

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  3. Verdaderas cafradas se hacen con los árboles de nuestras ciudades, en donde, más que podas se les practican desmoches, que los dejan casi como un poste de la luz, de los de antes, de madera.
    La savia que por su interior ya discurre activará brindillas, dardos y estípulas. Todas ellas traerán hojas, verdor y frescor nuevo.
    Será cuestión de tiempo que tus gorriones vuelvan a perderse entre las ramas y las hojas, con innumerables persecuciones sinfín.
    Me alegró leerte de nuevo acerca de estos bullangueros pájaros urbanitas. Y la fragilidad de sus huevos azulados me transportó a mi niñez, a mis tiempos de pantalón corto y a las tardes de verano donde el sol y el cantar de las cigarras parecían desollar la piel del cuello mientras desgranábamos las horas buscando nidos. Distintos tipos de cafres, los podadores y nosotros. La edad nos distancia.
    Un placer saber de ellos y de ti.
    Saludos primaverales Inés.

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