9.3.11

* Soy mujer *

¡PODEMOS!
Muchas veces pienso en qué nos diferencia a hombres y mujeres, mirando a mi alrededor, en un sitio cualquiera.
Contemplo con disimulo, gestos de uno y de otro, juntos o por separado, no elijo edades, todas me sirven.
Menos aún, me llama la atención la posible estabilidad emocional de las personas , puesto que sin conocer, seguro que me equivocaría en mi juicio, llamémosle visual.
Pero unos y otras, a veces alimentan esas pequeñas diferencias, con la educación y costumbres que llevan a gala.
Aparentemente son similares, pero en el interior son tan distintos, que  ello se trasluce a sus actos diarios.
La mentalidad, la educación y la sociedad influyen sobremanera, en que las personas tengan o tengamos unos comportamientos determinantes y determinados.
Me pregunto: ¿qué nos diferencia?.
Todos tenemos las mismas manos, más o menos torpes y en conjunto disponemos de tiempo parecido  de asueto.
Todos comemos y manchamos y también todos amamos o lo intentamos, ¿qué nos diferencia?.
Alguien escribió acertadamente que, somos esclavos de nuestros padres y  de nuestros hijos, en el sentido  generacional, así pues, vivimos en función de unos y otros.
Para nuestros padres, la mujer  y las hijas eran las encargadas de la casa y su funcionamiento a buen ritmo, sin sueldos, ni protestas.
Para nuestros hijos, somos el espacio donde estar esperándoles, sin sueño, ni lamentos, para cuando se nos llama, o se nos necesita.
Pasamos de la "sumisión" a nuestros mayores, por amor y respeto, a la dedicación y adoración de nuestros hijos, sin saber apenas qué es eso del espacio personal.
Nací mujer, es decir, nací con un hándicap social, respecto al hombre y no lo entiendo, en absoluto.
Por mi condición maternal, las tareas de crianza  me corresponden, sí o sí y el ingenio para desdoblarme y trabajar, educar, criar y mantener una casa con orden y concierto, me hacen pensar qué tengo yo que no tengan ellos y por qué sé, si no es tan difícil serlo.
No soy de renunciar a mi igualdad evidente, pero no soy tampoco de andar todo el día de protestas feministas hogareñas, que crean un malhumor evidente en los distintos a mí.
Cada cual, hombre y mujer, elige su sitio en la vida, su futuro y las condiciones para vivirla, van viniendo . Por amor, conveniencia o ambas cosas.
Ayer fue el Día Internacional de la Mujer, pero para mí fue un día igual a otros.
No lo digo con pena o desgana, no.
No fuí ni más mujer, ni menos que los otros días restantes. Nadie me felicitó tampoco, qué alivio.
Quise que fuera distinto, eso sí y estuve observando  con interés, cómo son y como actúan  los que no tienen la suerte de ser como yo.
Saqué una conclusión clara: Yo sí sabría, de poder serlo, hombre.
Los roles no nos vienen con la cuna, absorbemos de nuestro entorno actitudes comportamentales.
Cedemos  o robamos espacios por cariño, amor o egoísmo.
Y a veces, negamos o niegan lo esencial: el respeto y la generosidad, para con el otro.
En definitiva, hombre y mujer, iguales pero distintos, somos personas, cada uno con lo suyo.
A mí me convence más ser Mujer después de todo. ¡Me encanta serlo!.




2 comentarios:

  1. A mí, como a tí, me convence más ser mujer y me encanta serlo y más que nada por dos razones, una lógica y la otra no tanto.

    La primera por la maravilla de ser madre, de dar vida y la segunda porque nosotras somos más monas; soy consciente ¿cómo no? de que esta última parece la estupidez del siglo pero yo es que soy así y me gusta ser femenina e ir muy arreglada y todo eso.

    Yo no celebro el día internacional de la mujer, me siento como si fuera una especie protegida, así que por una cuestión de coherencia personal no lo hago.

    Laboralmente hablando, jamás me sentí discriminada, es más, no di opción a que se me tratara de forma diferente a un hombre ni jamás me negué a ninguna parte de mi trabajo, por muy masculina que se considerara. Eso me hizo perderme mucho de mis hijos cuando eran pequeños, yo fui, como otras muchas, de las que compensaban calidad con cantidad y era duro muchas veces pero era mi opción. Ahora, cuando veo que tengo dos adultos serios y responsables creo que no lo hice mal.

    Buenísimo tu escrito, para hacer pensar y meditar.

    Besos

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  2. Un escrito muy bueno, digno de figurar en cualquier editorial de otro cuaquier diario y sirva de reflexión para muchas feministas y machistas que pululan por todos los lados del mundo...un besote preciosa

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