18.10.10

* Los gorriones *


Estoy aquí, en otra tarde más.
Aún se oyen los gorrioncillos afuera, el runrún de unas ruedas sobre el asfalto, un niño correr a toda prisa detrás de una pelota multicolor.
Sigo aquí, con el ladrido lastimero de un perro, que reclama a su amo.
Risas de madres jóvenes, dichosas ellas, con todo por vivir.
Puertas que se cierran, de golpe, abajo, quebrantando mi retiro.
Y a mi alrededor próximo, el silencio me acoge, quietud serena que transurre plácida mientras suspiro, sin saber porqué.
Pienso en lo bello del día, en la brisa que choca en mi cuello, despejado.
Remuevo mi alma y la calma sigue ahí, presente y sin cambios.
Sin noticias que alteren los pulsos de mi estío.
No sé de él, si viene, si va, si piensa en mí, si me extraña tan sólo un poquito.
Sólo pienso en su voz melodiosa, inventada en mis sueños.
Recreo escenas que nunca existieron, llenas de besos de mil sabores, abrazos locos que daban paso a miradas tiernas y a un amanecer sin descanso de amores.
Locuras todas,deliciosas, en una tarde, sin más compañía que unos gorriones, que alegran mi tiempo, sola.

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