31.10.10

* Mis queridas violetas *

Un pensamiento, fiel a mis despertares, rompió mi sueño en dos, cuando empieza mi mañana.
Alteró mi pulso en letargo, al sentarse delante de mi memoria y cobrar vida, con la claridad del cielo tan azul, como su tímida mirada.
Traslada al hoy mis melifluos recuerdos , cuando asalta mi sosiego, invadiéndolo todo con su presencia de luz.
Por más que lo alejo, acude presto, vivo, sonriente y reservado a mi espejo, mientras lo nombro a gritos, en mis adentros.
Instalado en el rincón más preciado de mi recuerdo, reposa, fiel a mis ruegos de mujer.
Horas, minutos, todos, ahí, en presente amable, sigue. Sin irse, ni quedarse, ni viene, ni va, sólo calla, siempre, persiste en secreto dulce.
Es un libro abierto, con páginas en blanco, portada de suspiros frescos y carátula de incertidumbre, en medio de una senda que no acaba, en la vida de su vida.
Es una canción de bellas melodías, en corcheas y silencios, sin destino ni por qué.
Es el cielo en azules, es todo para mí, desde que llegara.
Es el viento que place a mi alma, que le nombra, sin respuesta. Cada día me despierta, me llama, me gana, en mi contienda contra el debo y el quiero.
Me nombra con su letra y la cadencia de sus tempos. Me acerca y me envuelve en el espacio, sin que pueda resolver, ni una sóla de sus dudas.
Me faltan sus abrazos de mediodía, como desafío a mis anhelos, en consuelo a mi agonía.
Me nacen lágrimas que ruedan libres, de mis ojos a mis manos, que los enjugan.
Y le extraño todo, como el cielo a las estrellas, en las auroras, cuando el sol las oculta.
Me conformo, porque no viene a besarme, contemplando a mis queridas violetas, tan delicadas ellas, como mi nostalgia.

Él, su ausencia elegida, es el delirio de mí misma, cuando ordeno mis pensamientos.

1 comentario:

  1. son relatos tan personales que cuestan comentar a no ser que se haga por su belleza y pureza de sentimientos. El correr de las letras hace que uno se sienta protagonista de cada relato. Gracias Ines por permitirme el leerte

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